Tiempo de Planck.

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El cielo parece a punto de desprenderse, llueve con tanta fuerza que los cristales que adornan gran parte del rancho crujen, amenazando con romperse. Pronostican incluso una nevada no atemporal al pronto invierno que se acerca en las montañas de Wyoming. 

La partida de Pepper se pospone al menos hasta el amanecer, sino es que no amanece congelado el aeropuerto. Parece no molestarle, conversa largas horas con el coronel y se entretiene arrullando en brazos a la despierta Morgan que trata de comprender qué son los flashes que se filtran demasiado rápido. 

— ¿Otra vez con tu buen amigo? —pregunta Tony desde el sofá. —Ese Elvis y tú se la pasan bien, ¿no?

Peter rueda los ojos. — ¿Son celos, Stark? 

Tony arruga la nariz. —Es asqueroso. 

Entonces Peter se ríe. Tiene el más resiente modelo de Elvis, sí. Pero es Elvis Pump, un ligero extractor de leche que le ayuda con la sobreproducción de la misma. Tiene una decente cantidad de bolsas congelados porque es incapaz de tirarla, prefiere donarla cuando finalmente puedan salir de ahí. 

—Es leche, Tony. —Peter sigue sentado en la isla de la cocina, comiendo un sándwich de jamón con una cuestionable cantidad que queso crema. El suéter es lo bastante grande para cubrir los aparatos, aunque no disimula el ruido electrónico que produce. 

—Es sangre. 

—Procesada. 

—Sigue siendo sangre. —Tony deja el sofá para acercarse a la isla. —Y huele a sangre. 

—Y te apuesto a qué sabe lo mismo. —Peter sigue con la espalda recta. — ¿Quieres probar?

Los ojos de Tony se abren en total sorpresa. Luego su celesta mirada brilla y Peter tiembla por el sonrojo que siente incendiando cada parte de su rostro. 

—Es decir... —se aclara la garganta. —Hay mucha leche-

—Seguro. —interrumpe Tony sin dejar de sonreír.

— ¡En el refrigerador!

Un ensordecedor trueno hace crujir el rancho y en un breve parpadeo Archie está ahí. Tiene las mejillas enrojecidas y el grisáceo de su mirada está ausente, reemplazado por un inconsistente verde, o tal vez negro. 

— ¡Son más de dos meses! —ruge. — ¡Más de dos malditos meses encerrados aquí!

— ¡Archie! —amonesta Peter, tratando de ponerse de pie. — ¿Qué te sucede?

— ¡¿Qué me sucede?! —da un par de pasos, como un león recién capturado. —Te diré que me sucede.

—Niño- —inicia Tony.

—Niño nada. —es casi tan alto como el propio Tony. —Mientras ustedes asquerosamente coquetean, me la paso encerrado en un lugar cómo si yo fuera el criminal. 

—Pe-

—He sido paciente, realmente paciente y comprensible con está situación, ¡pero hay límites! —vuelve a rugir y Peter finalmente a logrado librarse de los extractores, poniéndose de pie.  — ¡Necesito salir de aquí!

—Archie, entiendo-

— ¡No entiendes! —Archie se tira de los cabellos. — ¡No falta demasiado para la universidad! ¡Perdí mi graduación! ¡¡Estoy perdiendo mi vida aquí encerrado!!

—Tranquilizate-

— ¡Y todo por tú culpa! —el rugido hace que Morgan brinque entre los brazos de una confundida Pepper. — ¡Qué maldición llevar tu jodida sangre, Tony Stark!

De noches estrelladas. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora