Juegos de mano son juegos de villanos.

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Para la primera semana de Marzo, sin rastros de terroristas que perseguir y con Nueva York volviendo a la normalidad, Tony Stark muere de aburrimiento. 

— ¿Tony? —llama la monótona voz de Pepper. —Por favor, concéntrate. 

—Pepper, por Dios, deja de torturarme. 

La rubia suspira y con un gesto se deshace del holograma que invadía la sala. —Es el reporte de estos dos primero meses, el dinero-

— ¿El dinero es problema?

—No.

—Entonces déjame en paz. —se hunde más en el sofá. 

— ¡Sabes que tengo que darte estos informes al menos cada dos meses!

— ¡Sabes que me aburre que lo hagas!

—Tony-

—Confío plenamente en ti y si solo tienes que hablarme de la compañía si está fracasando-

—Anthony-

—Pero mientras no seas así, ¡no me interesa!

—Maldita sea, cada maldita vez es lo mismo, ¡tu maldita compañía multiplicó dos veces más  sus ganancias!

Tony deja el sofá para servirle un generoso trago a la mujer que lo mira con intensidad. —No por gusto eres mi CEO, querida. 

—A veces te odio. —declara la mujer recibiendo el vaso. 

El din del elevador le crispa los nervios. —Mierda.

—Oh, ¿son ellos? ¡Por supuesto que son ellos! —Pepper se pone de pie, estira la arruga inexistente de su perfecto traje. — ¡Por fin!

Y es que Tony había preferido que esa parte de su vida no se terminara de mezclar con la otra parte de su vida, si bien Pepper ya había visto al niño por cámara, no había tenido el grandísimo honor de verlo en vivo y a todo color. 

Archie trae las mejillas encendidas, un jeans negro con un curioso sudadero verde y todos sus dorados cabellos se agitan al caminar. Carga con libros y unas bolsas de cartón que suelta en la barra de la cocina. 

Camina con seguridad, como si todo aquella fuera suyo y Tony nota que es más alto que Pepper cuando finalmente está frente a ella. —Hola. —sonríe encantador y el suspiro de Pepper le anuncia lo que va a escuchar. 

—Oh Dios, eres igualito a Tony. —Archie vuelve sonreír. —Soy Pepper Potts.

—Creí que era Rhodes. 

—Sí. —y se aclara la garganta. —Normalmente no uso mi apellido de casada. 

La respuesta de Archie no llega porque Peter Parker sale de la cocina con un lindo suéter amarrillo. —Oh, hola. —saluda de prisa. —Creí que ya habrían terminado su reunión. 

De noches estrelladas. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora