Una posible, y poco probable, respuesta.

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Tony lanza continuamente trozos de leña dentro del horno

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Tony lanza continuamente trozos de leña dentro del horno. Crujen con fuerza y el calor combate el frío invernal de aquel elegante lugar. Lleva más de tres días ahí, mientras termina de hacer instalaciones de su propia tecnología y funcionaba a Karen con Jarvis para poder tener una conexión más directa. 

En el sofá cerca de la chimenea gigante descansan los últimos trazos de planes que le quedaban por hacer y que le indicaban que su hora de volver estaba cerca. Tenía mil asuntos que atender en la ciudad que no dejaba de hablar acerca de su repentina desaparición. Tenía que buscarla, atraparla. Tenía que-

—Puedes quedarte. —dice Pepper desde el móvil. —Sabes que estamos trabajando todos juntos para poder detenerla. 

—Pepper-

—No es necesario tu presencia aquí. —continúa ella. —Y no estarías tranquilo dejándoles allá. —insiste. 

Gruñe. Se lanza al redondo sofá y se cubre con el afelpado poncho que ahí aguarda. —SHIELD es inútil en hacer su trabajo. Yo lo haré más rápido.

—No necesitamos que sea rápido, necesitamos que sea seguro. —declara la mujer desde el altavoz. —Tony... hasta tú estás más a salvo allá que aquí. 

— ¿Es que ya vendiste mi edificio y por eso no quieres que vuelva?

Entonces deja de oír la respuesta que la mujer la da. Peter viene caminando, con pasos lentos y de lado porque su vientre ha crecido otro poco y ahora cada vez que lo ve caminar le recuerda a un pato, trae un cesto con flores y lo que parecen zarzamoras y fresas silvestres. Usa un enorme y afelpado abrigo rojizo que lo hace ver diminuto dentro de el. 

—¿Tony? —insiste Pepper.

—Hablamos después. —corta la llamada porque Peter ya ha subido los escalones.

—Hola, tú. —saluda Peter cuando finalmente le ha alcanzado. —Creí que te irías sin despedirte. 

Coloca las flores dentro de los floreros que ya contienen otras flores. — ¿Esas son fresas?

Peter asiente y le muestra que sí, son fresas silvestres y zarzamoras. —Archie moría por inanición y decidimos ir a dar una vuelta. —Peter toma lugar en una parte del sofá. —Mientras corría como un loco, me di cuenta que el bosque produce sus propios alimentos. 

Tony se da cuenta que es el primer momento que estás verdaderamente solos. Que la cascada de eventos que la mujer provocó hizo que se concentraran solamente en Archie. Y trasladarse para allá no les había proporcionado un solo instante de serenidad, no como ese momento, que parece el adecuado para hablar lo que sucedió.

Es decir, sí es que Tony tuviera que hablar sobre algo. Solo fue un beso, un beso que le ha visitado en las madrugadas como un recuerdo efímero de algo que posiblemente nunca existió, no es la gran cosa. Fue un beso nada más.

Además, Tony no es jodido adolescente que se queda colgado por un beso. Ja, ja. Que buen chiste. Es un funcional adulto de cuarenta y tantos años, es un hombre perfecto que tiene todo lo que desea y hasta más. Por favor, nada de aquella situación es real.

Peter se ha recostado entre los almohadones. Cierra los ojos y acaricia su redondo vientre. Se relaja bajo la escasa luz solar, cerca de la chimenea para mantenerse en calor. Respira acompasado, a pesar que su corazón late con fuerza, trabajando por dos. 

Tony Stark se queda quieto. Observando aquel misterioso hombre. Tratando de descifrar qué es, qué lo rodea, por qué se siente tan extraño, como entre nervioso y enfadado, cuando Peter anda cerca. Por qué trata de estar cerca de él el mayor tiempo posible, por qué finge que no le ha escuchado llorar algunas noches.  

Tony lo deja de ver, sería raro que Peter abriera los ojos y lo viera observándole. A lo mejor creería que lo está juzgando, o saber qué. Pero Tony no está haciendo eso, solo quiere entender, encontrar una respuesta. 

El problema con Wanda Maximoff es una realidad, sabe lo importante que es detenerla y regresarle la tranquilad a Archie, a Peter. Pero ahí es donde inicia el verdadero problema de Tony.

Teniendo clara sus prioridades, no pueda dejar de evitar que su mente se desvié. Baja a lugares desconocidos, incómodos. Lugares que  no logra comprender. Que no quiere admitir. 

Porque tiene, al menos, una posible, y poco probable, respuesta. Y es que le agrada Peter, sí. Hay algo en su presencia que le hace sonreír fácilmente, que le procura mantener a Peter a salvo, como cuando se ofrece a limpiar y ordenar después de cada comida, cosa que encontró casi terapéutica, o verificar que la temperatura de la habitación a la que Peter entra se la adecuada. 

O mandar a traer al doctor Watson para el chequeo que Peter necesita en unos días. 

Y quisiera considerarlo su amigo, porque Tony Stark se preocupa así, o tal vez no tanto, por sus amigos. Que se reducen a tres, Pepper, Rhodes y Happy que sigue en recuperación después de lo del Mandarín. Por ellos daría la vida si es necesario pero no subiría la calefacción de un lugar solo por ellos. 

  Un sonidito sale de Peter y lo ve arrugar la nariz. —Auch. —se repite.

— ¿Estás bien? —Peter asiente pero vuelve a arrugar la nariz y sobar aquella protuberancia que crece y crece. 

—A veces se mueve muy rápido y duele un poco. —contesta abriendo los ojos lentamente. —Puedo sentir como mi piel se estira. 

Tony asiente como señal de que está escuchando, pero se ha concentrado en ver el ligero movimiento que tiene el vientre. —Se ve doloroso. —murmura alcanzado a ver apenas unas palpitaciones. 

Peter sonríe. —Fue más la primera vez, Archie crecía sin medida y mi cuerpo apenas podía procesarlo.

No es la primera vez que Peter habla sobre el embarazo de Archie. Y la mente de Tony vuelve a despegar. Llevarle a lugares que no existen, como imaginarse a él viendo a un Peter redondo por culpa de un mocoso niño que se alimentaba de él. O tal vez, el día que nació, lo imagina rosa y llorón, gritando con fuerza que un nuevo Stark había llegado a la tierra.

La mano de Peter toca la suya y lo despierta de su ensoñación. —Siente. —ordena sonriendo. Entonces su gran y áspera mano cae sobre el suéter lila. Y siente entonces, las pulsaciones, el flujo de sangre que corre y el corazón que late. 

Es sin orden, desesperado y alocado. Lo que no sabe, es si es el bebé o él. Se mueve y es extraño porque se siente raro, emocionado y sonríe por inercia. —Es... —y el bebe sigue agitándose, como si le saludara. 

—Vaya, parece que le agradas. —murmura Peter soltando el agarre y Tony se queda ahí, quieto. 

El bebe vuelve a moverse y lo siente como si fuera pura electricidad. Retira la mano, que se enfría de inmediato al perder el contacto. —Es... increíble.

Peter le ve desde su lugar, sonriendo. Le estudia y puede ver en sus ojos que está listo para burlarse de él, decir que nunca imaginó que vería conmovido y desfasado al mismísimo Superior Iron Man. —Y agotador. —concluye. 

Y Tony no se sorprende porque sabe que Peter Parker es demasiado noble y gentil para hacer un burlesco comentario del extraño momento que está viviendo. 


De noches estrelladas. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora