Primera vez.

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Como Tony ya sabía, hay infiltrados. 

Los noticieros se llenan de información del ataque y como la terrible terrorista va detrás del mismísimo hijo de Tony Stark. Por ser menor de edad, no pueden decir su nombre ni colocar fotos de él, pero las redes sociales amarillistas sí y lo hacen, por supuesto, desde el anonimato. 

Si las especulaciones ya estaban, ahora todo sube a un nivel más irritante. La primera es la sorpresa de cómo es posible que el increíble Tony Stark tenga descendencia y está vez no cabe duda, al contrario del caso Amanda. Las fotos filtradas de Archie lo muestran sonriendo, con sus rosadas mejillas y con los dorados cabellos alborotados. 

Y no se detienen. Lo vinculan directamente con Peter Parker, recontra afirman que el bebé en camino es suyo y que es cuestión de días para que anuncien la boda, ¡o a lo mejor ya están casados! Que barbaridad, Tony Stark nunca deja de sorprender al mundo, siendo todo un padre de familia. 

¡¿Quién iba a imaginarlo?!

Cuando los Jones salen del apartamento rumbo a su nuevo hogar con una manada de escoltas y dos Mark's de compañía, Archie regresa en pasos silenciosos a su habitación. Peter regresa con pasos lentos, trae otro horrible suéter negro de rayas blancas que trata inútilmente cubrir los siete meses de gestación.

—Creo que deberías hablar con él. —llega el redondo Peter hasta el sofá. Es en modo automático que coloca ambas manos sobre su vientre. —No quiso decirme nada, no sé como se siente. 

Tony cierra su delgada portátil donde analizaba la información que sus avanzados escáneres le habían hecho a la pieza implantada en Archie. —No creo que sea buena idea.

—Sé que es más honesto contigo que conmigo. —continúa Peter. —Iba aprovechar el momento de empacar, pero Charlie le ha ayudado. 

—¿Qué sucede con Archie y ese niño? —pregunta negándose a dejar su lugar. 

—Tony... 

Si ser papá no es lo suyo, ¡mucho menos las charlas paternales! Por satanás, ni siquiera él tuvo una charla con su padre. Pero sabe que es obvio, Archie debe estar aterrado, confundido. Sí, debería subir y brindarle un poco de consuelo, lo que sea para que se mantenga tranquilo y en alerta.

Al entrar en la habitación, le encuentra metiendo la portátil en su mochila. Los mechones de cabello caen a un costado de su frente, como si  fuera un fleco y Tony agenda un próximo corte. Es alto, no tanto como él, pero es aterradoramente alto, delgado y pálido. Huele a esos pegajosos dulces de gelatina que vive comiendo y tiene un triste aire rodeándole. 

—Hola, niño. —sigue en el umbral de la puerta, negándose a afrontar totalmente aquella situación.

Archie alza la vista de inmediato. —Hola, tú. 

Entra, inspecciona el lugar y se aterra al ver que no queda nada que indique que alguien estuvo ahí. — ¿Tienes todo listo?

El niño asiente y recoge el cargador de su móvil. —Así es, creí que saldríamos más tarde. La prensa tiene rodeado el edificio. 

—Sí, solo estamos esperando que Pepper termine los detalles. 

— ¿Irás con nosotros? 

Archie lo ve sereno, como si nada hubiera pasado. —Sí. Me aseguraré de dejarlos en el lugar perfecto, además tengo que hacer un par de instalaciones para tener total-

—Control.

—No usaría esa palabra. —se recuesta en el escritorio, bajo los atentos ojos de Archie. — ¿Estás bien?

De noches estrelladas. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora