Enfrentamiento #1.

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Fue hace un puñado de años la última vez que Tony Stark perdió la consciencia por un golpe y no por absurdas cantidades de alcohol. 

— ¿Tony? —es un eco lejísimos que trae una borrosa imagen de los enormes ojos de Archie. —Dios... lo siento.

Es la primera vez, en al menos una década, que Tony Stark sueña. 

Abre puertas que llevan a otras puertas y aunque corra para poder abrirlas todas, no llega a un lugar. Es su vida, una carrera interminable de no pertenecer. 

La última puerta se abre y el océano le invita a  entrar. El abrumante aroma a sal y sol le obligan a respirar profundo y Tony abre los ojos. 

Es su habitación, con el fantástico ventanal que muestra toda la ciudad que nunca duerme, la penumbra de aquel lugar es combatida por las mil lucecitas que brillan afuera. Tiene un jaqueca fenomenal y un ácido sabor en la boca. Parpadea para adaptar su vista a la oscuridad y toma una bocanada de frío aire. 

—Estás vivo. —declara la suave y aterciopelada voz de Peter Parker. 

Estaba en una esquina de la habitación y se ha movido lo suficientemente rápido meterse en su campo de visión. El cabello le ha crecido lo necesario para que un mechón adorne su ceja. Hay una arruga en su frente y el suéter amarillo fue cambiado por uno gris. Está enojado. 

—Mierda. 

—Pepper insistió en no llevarte al hospital. —ha colocado ambas manos sobre su redondo y bonito vientre.

—Está bien. — ¿bonito?

—Hemos conseguido el analgésico más fuerte que pudimos encontrar. —le señala las píldoras que aguardan en la mesa de noche junto un vaso de agua. —Pero considero que deberías visitar un médico. 

—No, estoy bien. —su cuerpo empieza a reaccionar y el dolor invade sus piernas y parte de su espalda. —Estoy bien, ¿Dónde está Archie?

—En su habitación.

— ¿Qué?

—Está castigado, nos iremos mañana por la mañana. 

— ¡¿Que?!

—No quiero hacer esto contigo convaleciendo, pero considero que será mejor irnos. 

Se hunde entre las almohadas y descubre que odia a Peter Parker.

—No es necesario que se vayan, estábamos jugando y yo le dije a Archie que... —respira profundo y estira sus piernas. —Que se divirtiera, no es para tanto.

— ¿Qué no es para tanto? —mastica Peter. — ¡¿Qué tal sí hubieras sido tú el que le da un mal golpe?!

—Cálmate, Peter. —finalmente siente su cuerpo como propio y se sienta en la cama. —Fue un accidente, solo quería saber qué tanta fuerza tiene.

—Es un experimento entonces.

Tony rueda los ojos y se fija que Peter sigue con los brazos cruzados. —Estábamos jugando, es un niño e hizo lo que le pedí. 

—No estoy seguro que tú seas una sana influencia para Archie.

Las palabras rebotan en toda la habitación y lo obligan a ponerse de pie. Peter sigue firme, con el rostro serio y la preocupación como compañía. —Peter-

— ¿Sabes cuánto tiempo hemos practicado para que aprenda controlar sus poderes?

—Lo que me parece una ridiculez. 

Peter junta más las cejas. —Archie será un niño normal hasta que cumpla la mayoría de edad y comprenda realmente sus capacidades y las responsabilidades que las mismas incluyen. 

—No es ni será un niño normal porque es un ¡un jodido niño perfecto! —contesta dando un paso al frente, naturalmente buscando intimidar al sujeto de piedra frente a él. — ¡Es fantástico y no tiene por qué vivir escondiendo lo que es!

— ¡No vengas a querer decirme cómo criar a mí hijo! —Peter ruge y Tony tiene ganas de morder. 

— ¡Es mi hijo también!

El silencio los aplasta contra el suelo. —Definitivamente fue un error. 

—Pues somos tres lo involucrados y no solamente tú tomas las decisiones. —sentencia y se apresura a la puerta. 

Son tres habitaciones a la derecha donde se encuentra Archie. Un poco mareado y con hambre, abre la puerta del dormitorio. — ¿Te parece si pedimos pizza para cenar?

— ¡Tony! —chilla Archie dejando sus cuadernos sobre el escritorio y cruzando la habitación en un parpadeo para tomarlo en un apretado abrazo que hace que sus costillas crujan. — ¡Lo siento! ¡No creí que eso pasaría!

—Niño-

— ¡Lo siento! ¡No debí ser-

— ¡No te atrevas a disculparte por ser tú! —le corta de inmediato y lo empuja lo suficiente para poder respirar. —Tienes un fantástico potencial, eres una criatura única e irrepetible y nunca jamás tienes que disculparte por eso.

—No quise lastimarte. —murmura un Archie sonrojado. 

—Yo lo sé, estábamos jugando. 

—Lo si- ¿Cómo te sientes? —los bonitos ojos del niño están húmedos y Tony logra ver a un niño de quince años en aquel joven larguirucho que crece sin descanso. 

—Hambriento. 

—Papá dijo que nos iríamos, que me comporto como un bruto cuando estoy cerca de ti. 

Tony suelta una larga carcajada que hace que el dolor de su espalda de un pinchazo largo. —Bueno, tu papá no puede quejarse que tu verdadera naturaleza florezca conmigo. 

— ¿No estás enojado entonces?

—Para nada, niño. 

—Pero papá sí. 

Tony arruga la nariz. —Sí, desgraciadamente. 

Resulta que Peter Parker no puede lidiar cuando los Stark se unen y le atacan al mismo tiempo.

—Te prometo que no volveré a casi matarlo.

—Solo me dejaste inconsciente. 

—Por seis horas. 

—Eso no es "casi matar"

— ¿Besar la almohada?

—Niño, voy a-

— ¡Basta! —gruñe Peter desde el sofá. —Ambos fueron enteramente irresponsables. 

Archie da largos pasos hasta llegar con Peter, quien lo sigue viendo furioso. —Papá, la mayoría del tiempo tengo que concentrarme y no quebrarte un mano con un solo movimiento.

—Archie...

—Y fue realmente divertido ser solo yo sin temor a lastimar a alguien. 

— ¡Pero sí lastimaste a alguien! —Peter se resiste a los ojos de su vástago.

—Técnicamente, no.

— Cállate, Tony. —alega Peter. —Tú también, ¿en qué cabeza cabe que un super niño te de una paliza?

— ¡No me dio una paliza! —defiende rápidamente su orgullo. —Podríamos solo... ¿olvidar este suceso y pedir una maldita pizza?

Peter se cruza de brazos, no sin antes suspirar. —Hawaiana.

— ¡No! —rugen al mismo tiempo. 

— ¡Tómenlo o déjenlo!

Al apartamento llega una pizza hawaiana y una de jamón con queso extra. 



De noches estrelladas. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora