Tanhì Taw ( Neteyam Sully )

PROLOGO

Tuk

Estaba sentada frente a la gran fogata escuchando, al igual que todas las noches, como Ronal nos contaba increíbles historias a los más pequeños del clan Metkayina. Sí, eso es, Metkayina, eso somos ahora, al menos es lo que dice papa. En un principio, tras la muerte de Neteyam, realmente ninguno estábamos del todo seguros de la idea, pero de eso ya hace tres años. Ahora incluso mama se viste como una verdadera Metkayina, y se ve genial.

Kiri esta junto a mama, haciendo lo que imagino que es un collar de conchas; les esta quedando muy bonito. Realmente no estoy segura pero creo que ella y Spider... bueno no sé, tras la muerte de Neteyam han estado muy unidos, pero creo que esto se trata de algo más, algo con más sentimiento.

Papa esta junto a Tonowari limpiando lo conseguido en la pesca para poder cenar después. Papa se ha vuelto todo un experto cocinando pescado!

Y... ahí están, Lo'ak y Tsireya, juntitos, un poco apartados del clan, hablando, mirando las estrellas. Me llena de felicidad ver a Lo'ak así, riendo, disfrutando. Él es de los que más sufrió la perdida de Neteyam. Se sentía culpable, demasiado. Pero supongo que el tiempo lo arregla todo, ninguno lo decimos, pero siento que cada día somos un poco más felices que el anterior.

Trato de dejar mis pensamientos atrás y escucho atentamente las palabras de Ronal.

-... también se hacen llamar Tanhì Taw, ya que se dice que fueron desterradas del cielo y cayeron en Pandora. Cuenta la leyenda que tras hipnotizar a un macho y completar la unión acaban con ellos... Comiéndoselos vivos!

Se escucharon gritos por parte de los más pequeños. Tengo que admitir que la primera vez que escuche la historia de las "Estrellas del cielo" yo también me asuste mucho, pero ya soy mayor, tengo 11 años y ya no me asustan las historias de Ronal. Creer que existe un clan llamado Huyuticaya en el que solo habitan hembras que se comen a sus parejas... es sin duda una de las historias más terroríficas de Ronal; a veces, pero solo a veces, consigue darme escalofríos.

- La cena esta lista! - anuncia Tonowari tras un par de palmadas. Me acerco a papa y le ayudo a repartir la comida, realmente somos muchos, pero siempre me hace ilusión ayudar.

Separo parte de mi ración y la guardo a escondidas. No quiero que mama se entere, se enfadaría mucho conmigo. Todas las noches, sin falta, lo hacía, guardaba un poco de mi cena y la dejaba cerca de la playa, sobre una hoja, asegurándome de que si Neteyam regresaba no pasara hambre, o pensase que nos habíamos olvidado de él. Kiri lo sabe, dice que la comida "desaparece" a la mañana siguiente porque los animales se la comen, que es un malgasto, pero a mi me da igual; no me arriesgaré a que Neteyam vuelva y piense que no me acuerdo de él.

Estoy a punto de levantarme con la esperanza de que no me vean, pero de pronto se escucha algo, es el sonido de alarma del clan. Algo o alguien se acerca. Rápidamente me llama papa, quiere que me acerque. Yo obedezco y todos los que disfrutábamos de una relajante noche de fogata nos ponemos en pie recogiendo y acudiendo a la llamada de alarma. Esta noche Neteyam tendrá que esperar.