Neteyam
Esperaba a Rihia paciente, en el lugar de siempre y a la misma hora de siempre. Hoy el día era soleado, y eso hacía que el agua de los ríos fuera incluso más cristalina de lo habitual. Sigo sin saber exactamente donde estoy, tampoco tengo claro el día, pero si mis cálculos no fallan hoy debería de ser mi decimo sexto cumpleaños. Cuando papa aún era líder del clan Omaticaya, solíamos hacer una salida familiar por cada cumpleaños, fuera de quien fuese; puede que no parezca gran cosa pero era la manera en la que podíamos disfrutar de un día completo en familia, sin responsabilidades ni preocupaciones; realmente lo echaba de menos.
Como de costumbre mis orejas se movieron al escuchar un ruido a mi espalda, pero como no ya estaba sobre mi, otra vez, al menos esta vez fui capaz de darme cuenta de que se acercaba. Al principio era confuso, pero con las semanas ya se había vuelto costumbre; a quien iba a engañar, no me molestaba en absoluto, de hecho era gracioso tener la esperanza de que algún día conseguiría esquivar su ataque.
- ¿En que pensabas skxáwng? - preguntó curiosa, tenía una gran sonrisa en su cara, estaba feliz. Lo sabía, sabía que los días soleados provocaban eso en ella, felicidad. Una pequeña sonrisa se dibujo en mi cara.
- No se a lo que te refieres. - digo, a lo que ella responde.
- Ohh claro que lo sabes, piensas en algo, te conozco. - aseguró
- ¿A si? - pregunté, ella asintió. Pero no le di tiempo a hablar ya que la agarré de la cintura y conseguí que quedará en mi lugar.
- Skxáwng! - exclamó, pero ambos empezamos a reír.
La lección de hoy consistía en la practica de la puntería. Ella iba a enseñarme a usar el arco, y fue increíble ver su cara de asombro al darse cuenta de que mi puntería con el arco era muy buena. En serio, fue increíble. Aunque llegó la parte de la practica del arpón y ahí las cosas cambiaron.
- ¿Alguna vez has usado uno? - me preguntó divertida viéndome inspeccionar el arma.
- Claro que si. - mentí.
- Entonces... adelante, ¿a que esperas? - preguntó, pero me di cuenta, algo en su tono de voz me dijo que sabía perfectamente que era la primera vez que veía uno en mi vida. Traté de hacer algo, traté, porque ni siquiera yo se lo que hice.
- Mal skxáwng, mal. - dijo. - Lo estas haciendo todo mal. - Se acerco a mi y me lo quitó de las manos. Primero me explicó como se usaba, luego hizo una pequeña demostración para después dejarlo en mis manos. - Vamos skxáwng, tu puedes. - me animó. Y así pasó la lección, entre prueba y error.
Nos sentamos junto al rio para descansar un rato, el agua era tan transparente que las piedras en ella se veían con total claridad.
- ¿Puedo hacerte una pregunta? - me dijo de repente. No se encontraba lejos de mi, estaba a unos dos metros refrescando los pies en el rio.
- Si, claro. - miré como iba metiéndose cada vez más en el rio.
- ¿En tu clan, los Omaticaya, no lleváis amuletos? - dijo mirándome. - Tu no llevas ninguno.
- Es algo difícil de explicar... pero si, en mi tribu si que llevamos amuletos, de hecho lo raro es no llevarlos. Normalmente suelen ser regalos o recuerdos y una vez te los dan los llevas contigo toda la vida. - expliqué
- Para las Huyuticaya es algo parecido, la única razón por la que te son arrebatados son en caso de exilio o traición. - me contó mientras se acercaba nadando hacia mi. - Una vez, Metya me contó que cuando ella era pequeña una integrante del clan fue exiliada, dice que nunca lo olvidará ya que fue la razón por la que todo el mundo olvidó su cumpleaños, todas estaban tan impactadas ante la noticia que se olvidaron de la pequeña Metya. - terminó su anécdota.

ESTÁS LEYENDO
Tanhì Taw ( Neteyam Sully )
Fiksi Penggemar━━━━━━━━━※━━━━━━━━━ Han pasado tres años tras la muerte de Neteyam y su familia trata de seguir adelante con su vida, pero de pronto, se ve interrumpida por una inesperada llegada. ━━━━━━━━━※━━━━━━━━━ ANTES DE LEER - La historia contiene varios sp...