37

1.1K 125 15
                                    

Neteyam

No había salido en todo el día de aquel marui, por un lado sentía un dolor punzante en cada uno de mis músculos cuando intentaba moverme, además, tras la discusión que tuve con Rihia... bueno, salir no estaba dentro de mis prioridades.

Pasado el mediodía mamá y Aleya se acercaron a hacerme algo de compañía y ya de paso curar también mis heridas; fue entonces cuando Neytiri abrió la puerta del marui de par en par haciendo que gran parte de la playa quedara ante nuestros ojos.

Entonces, sentados a la sombra de una gran palmera, los vi; Rihia y Ao'nung parecían disfrutar de un buen almuerzo juntos, hablando sobre algo que no pude escuchar debido a la distancia a la que estaban.

Pasaba el tiempo y aunque mamá hablara y Aleya masajease las zonas doloridas de mis hombros, yo no pude quitar la vista de ellos dos ni un solo minuto.

Algo en mi se llena de alegría cuando veo que tras darse cuenta de que yo los observaba, ella se despide de Ao'nung para encaminarse hacia donde nosotros nos encontrábamos.

- Kaltxì - saluda ella al llegar al marui.

Yo la miro de arriba abajo; había cambiado bastante desde la última vez que nos vimos en aquel bosque hace un par de años, ahora era toda una adulta... Ver su cuerpo ahora más desarrollado hizo que un inevitable calor me encendiera. Serás skxáwng, ahora ella esta cabreada contigo, y con razón.

- Kaltxì - respondemos todos prácticamente al unísono. Yo me disponía a hablar pero mamá se me adelantó.

- Nosotras ya nos íbamos - dijo haciéndole un gesto a Aleya para que se levantara. - Tenemos muchas tareas que atender. - ahora que Aleya ya estaba a su lado algo confusa continuó. - Ya siento que no podamos hablar contigo, me encantaría, de hecho...

- Esta bien, otra vez será. - contesta Rihia tranquilamente.

- Oh... gracias por entenderlo. - una pausa. - ¿Podrías terminar sus curas? No quedan muchas pero es importante curar...

- No os preocupéis, yo me encargo. - dice rápidamente. Puedo ver como mamá sonríe orgullosa.

- Iráyo. - agradece mamá cosa que Aleya repite antes de salir de marui. Puede que solo fuera parte de mi imaginación, pero cuando mamá entrecerró la puerta me pareció ver una mirada cómplice en ella.

Pude ver como Rihia se agachaba a mi lado para coger un poco del ungüento entre sus manos y aplicarlo sobre mi hombro después. Un silencio abismal crecía entre nosotros; ella seguía con sus curas, frotando sus suaves manos a lo largo de mis hombros, brazos, espalda...

- Lo siento - me apresuro a decir.

Ella levanta su mirada hacia mí.

- Pero no... no es el típico lo siento que se dice cuando se te escapa una mala palabra o desobedeces a alguien no... Lo siento de verdad, mucho, y de verdad. - llevo una mano a mi corazón.

- Se que lo que dije no estuvo bien, y verte llorar... - un nudo en mi garganta. - Te juro que nunca nada me había dolido tanto como ver tus lagrimas caer sabiendo que eran provocadas por mí. - empiezo a sentir mi voz quebrarse. - Y sé que soy un completo skxánwg, pero no ha sido hasta ese momento que me he dado cuenta de lo mucho que te quiero Rihia; no puedo respirar si no estas cerca, eres como el oxigeno que necesito para vivir... yo te am...

No puedo terminar la frase ya que ella me calla en el mismo instante en el que une nuestros labios. Yo disfruto la sensación de su boca en la mía, y aunque siento que ella me permite explorar su boca con mi lengua en ese mismo instante, yo me niego. Una sonrisa me invade aun en el beso y acuno su cara haciéndolo aun más cálido.

- Te amo ma'skxáwng - un beso corto. - Hoy, mañana y siempre... - veo como sus ojos brillan al igual que sus palabras. - Te perdono. - dice, y de pronto todo mi cuerpo deja de doler durante unos instantes, como si sus palabras fueran la única medicina que necesitaba para sanar.

Entonces mis pensamientos se ven interrumpidos cuando tengo que reprimir un gruñido al sentir sus labios sobre mi cuello. Lo hecho hacia atrás y me dispongo a disfrutar del momento; ella apoya su cuerpo ligeramente en mí y sus besos recorren todo mi cuello para morder levemente mi clavícula.

Un jadeo escapa de mi boca, ella levanta su mirada y la conecta con la mía; me observan unas pupilas tan dilatadas como las mías, una mirada tan salvaje y lujuriosa que se volvía adictiva.

Entonces, y sin romper el contacto visual, baja sus besos a lo largo de mi abdomen, besando cada uno de los marcados músculos que ahí en él. Yo hecho la cabeza hacia atrás y tengo que reprimir un gemido cuando su boca se posa sobre mi cadera, besando y lamiendo cerca de los límites de mi taparrabos.

Cierro los ojos con fuerza y reprimo el impulso de agarrarla de la cadera y sentarla sobre mi regazo. De pronto su boca abandona mi piel. Yo abro los ojos confundido.

- ¿Qué es eso? - pregunta mirando la tobillera en mi pie. Entonces recuerdo haberla visto con Ao'nung hace un rato, recuerdo como me sentía en ese momento, a si que contesto.

- Es un regalo de una amiga, Aleya. - digo mirándola. Unos cuantos celos no hacían daño a nadie. ¿verdad?

- ¿Aleya? - pregunta, ¿parecía celosa o era solo una alucinación?

- Si, Aleya, una muy buena amiga. - y hago especial énfasis en el "muy". - De hecho, la acabas de ver hace unos cuantos minutos ¿no te acuerdas? Ayudaba a mamá con las curas. - su expresión había cambiado, y por alguna extraña razón se veía extremadamente sexy tratando de ocultar sus celos. - Seguro que os acabáis llevando bien, ya lo veras.

- Si, seguro... - dice para bajar su vista a mí y retomar su sesión de besos.

Ahora siento como su lengua se desliza a lo largo de mi pierna haciéndome imposible no gruñir del placer, si seguía así no aguantaría mucho...

Entonces escucho un sónoro "clack" que me hace abrir los ojos desconcertado. Cuando veo de lo que se trata una mezcla entre enfado (por no haber conseguido ponerla tan celosa como quería) y excitación me invaden.

Ella ahora estaba de pie junto a la entrada, con una sonrisa satisfecha en su cara tras haber arrancado con sus propios dientes la tobillera que ahora estaba desperdigada por el suelo.

- Descansa, ma'skxáwng. - dice dándose la vuelta para salir y dejarme ahí, solo, desconcertado y completamente exci...

Tanhì Taw ( Neteyam Sully )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora