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Ronal

Mi marido no hacia más que dar vueltas de un lado al otro del marui, algo que solía hacer siempre que los nervios se apoderaban de él; y he de admitir que el sonido de la tela crujir bajo sus pies no hacia más que irritarme esta vez.

- Tonowari, ¿podrías parar un rato? - una pausa, por fin mira en mi dirección. - Por si no te has dado cuenta estoy tratando que nuestra pequeña concilie el sueño. - digo ahora con más calma.

Y es que realmente se me estaba haciendo imposible conseguir que la más pequeña de la familia cerrara los ojos; cada vez que parecía haber conseguido dormirla, abría los ojos y observaba con máxima atención los pasos de su padre.

Veo como Tonowari se detiene y un resoplido sale de su boca.

- Lo siento, Ma'Ronal. - dice mirando en mi dirección. - Pero me es inevitable, hay demasiados problemas que resolver.

Yo lo miro a los ojos, compasiva. La muerte de Zaera había sido sin duda un duro golpe para clan, ya que además de la perdida que supone, varios problemas traía con ella; como el tener que organizar su funeral, la nueva necesidad de encontrar alguien como sucesor a cabeza de los guerreros, tener que hacerle frente al miedo que consumía a los integrantes del clan la muerte de alguien de tan alto rango...

- ¿Quién la sucederá? - pero no responde mi pregunta, entonces repito. - ¿Quién será quien ocupe su lugar ahora que a muerto?

- Ronal, su funeral se dará dentro de unas pocas horas no me parece que pensar en eso...

- Pero es importante Tonowari. - lo interrumpo. - Sin ella al mando del ejercito, sin nadie lo comande, ¿Cómo se supone que vamos a garantizarle seguridad al clan si no hay nadie que lo proteja?

Él parece entender a donde quiero llegar, asi que se agacha hasta quedar de cuclillas frente a mi.

- Eywa bien sabe que he pensado durante horas en eso. - me confiesa. - Pero me temo que no hay muchas opciones a nuestro alcance. - una pausa. - Teniendo en cuenta que Zaera no había escogido a nadie como su sucesor... bueno, me parece que según las costumbres tendremos que ofrecerle el cargo a...

- ¡Ah, no! ¡Me niego Tonowari! - digo prediciendo sus palabras. - No pienso dejar la seguridad del pueblo en sus manos. ¡No en las suyas!

Él extiende una de sus manos y la lleva a mi hombro tratando de calmarme. Al recordar que llevaba a Täla en brazos relajo mi postura.

- Lo sé, lo sé, a mi tampoco me apasiona la idea de que Aleya lidere a los guerreros, pero no se me ocurre otra opción viable...

- Ella no sabe pelear. - le vuelvo a interrumpir. - Zaera me pidió personalmente que le enseñara sobre curas y rituales, y ella... - un suspiro. - Si hay algo que tengo claro, Tonowari, es que Zaera no quería que Aleya se quedara al mando de los guerreros.

No habla, pero parece pensar en lo que le acabo de decir.

- Tiene que haber otra manera. - susurro.

- Podríamos... - pero parece arrepentirse de lo que pensaba decir; después vuelve a intentarlo. - Supongo que podríamos nombrar a Ao'nung cabeza de guerreros, en un futuro será Olo'eyktan, supongo que el pueblo no tendrá ningún problema con la decisión.

Una mirada mía es suficiente para dejarle en claro lo que pensaba al respecto.

Ao'nung sería un buen guerrero, de los mejores que Pandora presenciara, de eso no tenía duda, pero este no era el momento para ello. Era joven y algo irresponsable, aun le quedaba mucho que aprender, mucho que mejorar... Sería el mejor, en un futuro; nosotros necesitábamos a alguien ahora.

- ¡Esta bien! - dice Tonowari un poco desesperado a estas alturas de la conversación. - ¿Qué propones? Porque siento decirte que ya nos hemos quedado sin opcio...

- Sabes que eso no es verdad. - le contradigo.

Tonowari me mira, sabe a lo que me refiero; su cara se torna seria, como si ya me hubiera explicado lo mismo muchas veces antes.

- Sabes que no se puede... - un resoplido. - Por mucho que quisiéramos no podríamos hacer nada, ni siquiera pertenece al clan...

- Zaera confiaba en ella, y ya escuchaste a Jake... - pero me interrumpe.

- ¡Ni siquiera sabemos donde se encuentra! ¿O acaso olvidas que tanto ella como el primogénito de los Sully llevan desaparecidos dos días?

Yo me quedo callada, no quería responder; la realidad era que tampoco sabía como. Tonowari tenía razón, dos días; ese era el lapso de tiempo que llevaban "desaparecidos" ambos jóvenes. Tras lo ocurrido entre Aleya y Rihia, tanto ella como Neteyam perecían haber desaparecido de la faz de Pandora. Algo me decía que no estaban muy lejos... pero hasta ahora ningún equipo de rescate había sido capaz de dar con ellos.

Entonces pienso en la na'vi; tras la "conversación" con Aleya, si es que así se le podía llamar, no era ninguna sorpresa que estuvieran en boca de todos distintas teorías sobre la supuesta "muerte de su hijo".

La realidad era, que pocas personas sabíamos lo que había ocurrido con certeza. Gracias a Kiri, hija de los Sully, pudimos entender a lo que Aleya se refirió hace un par de días. Tan pronto como me enteré de la historia detrás de esa acusación, no dudé en rezar a Eywa por la muerte del pequeño.

Un aborto natural, espontaneo. Miro a mi pequeña entre mis brazos, no sabría que habría hecho yo en un caso como en el suyo. No podría llegar a imaginarme un mundo en el que ella no existiera.

Entonces levanto mi cabeza para mirar a mi marido, que al verme observar a la pequeña Täla dormitar entre mis brazos, algo me decía que su mente le había llevado al mismo pensamiento que la mía.

Tonowari se inclina hacia mi y besa con suavidad mi frente, yo cierro los ojos ante su tacto.

- Descansa Ma'yawne. - ahora besa la cabeza de Täla. - Nga yáwne lu oér. - dice dirigiéndose a la entrada del marui.

- Nga yáwne lu oér Tonowari. - susurro para después sonreír. No había duda alguna de que me había escuchado, el balanceo alegre de su cola lo delataba.

Yo también te amo.

Tanhì Taw ( Neteyam Sully )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora