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Neteyam

Paseaba junto a la orilla, disfrutando de la sensación de una cálida brisa a mis espaldas. Me dirigía hacia una de las grandes playas del clan en la que jóvenes guerreros solían quedar para hacer pequeños combates y practicar. Estas prácticas no eran oficiales ni nada por el estilo, eran costumbres de toda la vida, algo así como reglas no escritas que formaban parte de todo Metkayina.

Yo no tenía intención alguna de participar, porque aunque hubiera avanzado muchísimo en mi rehabilitación estas últimas dos semanas, a la Tsahik le parecía un poco "precipitado" que empezara a combatir otra vez.

La verdadera razón por la que asistía era simple; ver y charlar con mis amigos. Las dos semanas de rehabilitación habían sido realmente intensivas, Aleya pasaba la mayor parte del tiempo junto a mí ayudándome con todo y enseñándome los ejercicios que la Tsahik me había recomendado. Pero en eso era en lo que se basaban mis días, rehabilitar con Aleya y poco más.

No me malinterpretéis, Aleya era una na'vi realmente amable y dulce, siempre parecía dispuesta a ayudarme en todo y parecía muy atenta a todo lo que yo hacía. Pero he de decir que había momentos algo tensos entre ambos, ya que a veces, se mostraba... no sé como explicarlo... más... cariñosa de lo habitual; esto a menudo creaba ciertos momentos incomodos entre ambos, al menos en mí.

Llego por fin a mi destino y me siento junto a Tsireya, que observaba entretenida como su hermano mayor y Lo'ak peleaban él uno contra él otro. Yo la saludo y ella me saluda de vuelta sin despegar la vista del combate que se estaba llevando frente a nosotros.

En este tipo de entrenamientos no era común el uso de armas, ya que se solían enfocar generalmente en la mejora de la táctica y técnica del combate cuerpo a cuerpo; esta vez no era distinto.

Ao'nung solía ser un buen guerrero que se basaba mayoritariamente es su fuerza bruta, algo que no estaba del todo mal y que teniendo la constitución del Metkayina era un gran punto a favor en los combates de este estilo; pero había veces en los que más valía la maña que la fuerza, y eso era algo de lo que el futuro líder Metkayina habitualmente escaseaba, una buena táctica que le llevase a la victoria.

Por otro lado estaba Lo'ak, mi hermanito pequeño. He de admitir que aunque su táctica solía ser algo mejor que la del Metkayina... tampoco era devastadora que digamos. Es verdad que su agilidad y reflejos eran realmente admirables, pero desgraciadamente era muy impulsivo, cosa que le llevaba a tomar ciertas decisiones durante el combate que lo hacían perder todas aquellas ventajas que poseía.

Los observaba muy atento; esta vez... algo había cambiado. En ellos, en su forma de pelear, en su forma de... Wow, habían mejorado muchísimo en estas últimas dos semanas. Ahora entendía la actitud impresionada de Tsireya, y es que yo no había sido el único que se había dado cuanta de sus grandes avances.

Ao'nung, aunque se siguiese valiendo de su gran fuerza, parecía enfocarse mucho en la técnica al elaborar sus movimientos haciéndolos así más efectivos, había conseguido aprender a optimizar su energía.
En cuanto a Lo'ak, podría decirse que parecía un na'vi completamente distinto en cuanto a términos de combate hablábamos. Al igual que su contrario había aprendido a optimizar esos puntos fuertes que tanto lo caracterizaban, y a su vez parecía haber encontrado la manera de aprender a gestionar sus propios impulsos intrusivos manteniéndose centrado y enfocado en lo que hace.

Se me antojaba realmente complicado y extraño que ambos hubieran conseguido mejorar algo que tanto tiempo llevaba en tan poco tiempo. Era como si alguien los hubiera analizado y les hubiera ayudado a potenciar sus puntos fuertes y corregir sus imperfecciones...

Entonces un dejavu me saca de la realidad durante unos segundos...

Ahí estoy yo y a mi lado se encuentra Rihia, entre sus manos se podía distinguir una especie de cinta, probablemente hecha a base de cuero, y se disponía a colocarla sobre mis ojos.

Ahora recuerdo esa lección, fue la primera de muchas de este estilo, ella las llamaba "cita a ciegas con Pandora" o algo así. Una sonrisa involuntaria crece en mi rostro al recordar muchas de nuestras lecciones.

En estas en particular solía vendarme los ojos y me hacia andar por el bosque junto a ella durante horas. En un principio me parecían una asombrosa manera de perder el tiempo, pero pronto aprendí que además de conseguir que me conociera ciertas rutas del bosque mejor que la palma de mi mano, era un ejercicio increíble para trabajar la confianza grupal y aprender a potenciar, o como a ella le gustaba decir "despertar" otros sentidos como el olfato y el oído.

Salgo del trance, y bruscamente giro mi cabeza para hacerle a la Metkayina que se encontraba junto a mí la siguiente pregunta.

- Por casualidad no sabrás donde esta Rihia en estos momentos ¿verdad?

Ella me mira confundida al principio pero responde a mi pregunta.

- Oh, te refieres a la nueva na'vi... ammm sí, me parece que se encontraba en su marui. - dice no del todo convencida.

- En su marui... - repito para mí mismo. - Muchas gracias Tsireya. - digo para levantarme y empezar a caminar rumbo a donde Rihia se encontraba.

Rihia, Rihia, Rihia... ¿Qué has estado haciendo estas dos últimas semanas? Entretenida ¿verdad?

Tanhì Taw ( Neteyam Sully )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora