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Neteyam

Al recordarlo una pequeña sonrisa se dibujó en mi cara, y de pronto ocurrió algo, algo para lo que no encontraba explicación...

La criatura pareció rendirse en su lucha de no obedecer mis ordenes para detenerse en medio de la nada, como yo mismo llevaba tiempo pidiéndole. Sus pupilas que antes se encontraban dilatadas se tranquilizaron y ahora ya era capaz de sentir esa conexión, una que hasta hace unos segundos parecía inexistente.

Retiré el arma del cuerpo del animal, la herida no era muy profunda y seguramente cicatrizaría en unos pocos días. Después reparé en la mía, sin duda necesitaría de la ayuda de Ronal si quería recuperar la movilidad de mi brazo al completo.

- Oéru txóa livú. - me disculpé - No pretendía hacerte daño. - volví a mirar mi herida, que ahora escocía debido a la sal marina. - Supongo que ya estamos en paz. - la criatura emitió un sonido melodioso, yo me lo tomé como un "si".

Ahora que ya había llegado hasta aquí repasé mentalmente toda la prueba. Solo quedaba una última cosa, una más y conseguiría ser un verdadero Metcayina.

Volví a respirar hondo, después le dije a donde quería que se dirigiese. Sin ponerlo en duda la criatura se sumergió en las profundidades. Había cierta alga marina, Ribicl... bueno, no recordaba bien su nombre; el hecho es que era una especie de alga muy especial, que solo se encontraba a grandes profundidades, donde casi no diera el sol, cosa que conllevaba que se encontrara a las afueras del arrecife.

¿Qué por que era tan importante conseguirla? Pues cuando uno consigue superar todas las pruebas, es premiado con un tatuaje que representará esa importante hazaña. Ese alga, mejor dicho, su tinta, es la única que es capaz de perdurar en la piel, por lo que hacerte con una de esas es imprescindible para poder superar la prueba.

Yo iba en busca de la mía. Cuanto más nos sumergíamos más visibilidad perdíamos; al menos yo, que ahora solo era capaz de distinguir algunos puntitos blancos en lo que parecía el fondo del mar. Al principio me pregunté que serian pero en cuanto nos acercamos un poco más pude distinguir unos diminutos peces de color blanco.

Pronto tocamos fondo y no me fue muy complicado distinguir de entre todas aquellas algas cuales eran las que necesitaba. Eran de un color azul muy oscuro, casi negro y de una peculiar forma, eran muy estrechas y alargadas, Aleya y Tsireya me habían explicado muy bien como eran y donde encontrarlas.

Tras recoger unas cuantas di la orden a mi nuevo compañero para que volviéramos a la superficie, ya que, si no lo hacía, me acabaría ahogando muy pronto.

Al volver a observar aquellos pececillos pude ver el gran parecido que tenían a una noche estrellada, entonces recordé lo mucho que Rihia amaba la noche; recuerdo incluso, una conversación que tuvimos en la que ella me contó como la noche se convirtió en su primer amor.

Mis pensamientos se esfumaron al sentir que salíamos a la superficie. Tras tomar una gran bocanada de aire di un grito eufórico. Lo había conseguido, si, lo había hecho. Me tumbé sobre el lomo de la criatura tratando de reponer fuerzas, el animal no se movió hasta que por fin me incorporé y pusimos rumbo hacia el clan.

Al llegar vi a mamá y papá correr en mi busca ambos con una gran sonrisa, una mezcla entre tranquilidad y orgullo. Pude observar como Ao'nung se encontraba ahora junto a los jefes del clan, supuse que habría sido el primero en llegar.

Kiri y Tuk fueron las próximas en acercarse para darme un gran abrazo y felicitarme. Estas eran seguidas por Aleya y Tsireya que también se acercaban a mi junto con Ao'nung. Pude notar algo en los ojos de Tsireya, veía como se alegraba por su hermano y por mi, pero también pude percibir como se le hacía imposible ocultar su visible preocupación por Lo'ak. Spider que también se encontraba con nosotros habló.

- ¡Wow! ¡Eso a sido genial! - dijo en una especie de risa mientras observaba a Ao'nung. Este puso sus ojos en blanco.

- Esta bien - dijo haciendo un gesto de rendición echando sus brazos hacia atrás. - Has ganado, tenias razón - dijo para ahora mirarme a mi. - Pero he de decir que en el fondo todos creíamos que el skxáwng de Lo'ak llegaría antes qu... - fue interrumpido por un golpe de su hermana menor.

- ¿Cómo podéis ser tan críos? - dijo indignada - ¿Os parece que esto es algo con lo que se debería apostar?

Ao'nung bajó su mirada; Spider por su parte rio por lo bajo ante esa reacción aunque pronto quedó silenciado tras la mirada de una furiosa Kiri.

Mientras esperábamos la llegada de Rotxo y Lo'ak, Ronal limpió y vendó mi brazo herido, y justo cuando estaba terminando de hacerlo fue cuando Rotxo llegó. Todos fuimos a su encuentro felices de ver a nuestro amigo sano y salvo.

La tardanza de Lo'ak me preocupó.

Aunque me di cuenta de que no era el único que lo estaba pasando mal; a mi lado, Tsireya se ponía cada vez más nerviosa, su preocupación por mi hermano era inmensa y genuina. Rodeé sus hombros con mi brazo sano dándole a entender que contaba con todo mi apoyo, ella con una mirada me agradeció el gesto.

Me pareció increíble la manera en la que lo quería, los ojos con los que lo miraba cada vez que este sonreía, la forma en la que se preocupaba por él... Me recordaron mucho a mamá y papá, ellos también tenían ese "superpoder" de pareja, ese que te permitía saber lo que el otro piensa con una sola mirada, ese que te hace amar a tu pareja incondicionalmente...

Hubo un tiempo en el que pensaba que yo también había encontrado a mi compañera de vida... Supongo que me equivocaba.

Tanhì Taw ( Neteyam Sully )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora