21

1.2K 111 2
                                    

Neteyam

Los días eran bastante rutinarios; todas las mañanas tras desayunar en familia, me dirigía a la playa y junto a Lo'ak y el resto, planificábamos rápidamente el entrenamiento de ese día, es decir, decidíamos quien combatiría contra quien, también practicábamos cosas como maniobras de primeros auxilios entre nosotros, muy útiles si en algún momento algo salía mal...

Antes de comer, Lo'ak y yo practicábamos el nado, ya que a diferencia de otros Metkayina, para nosotros practicar el nado era algo bastante necesario, ya que debido a nuestra anatomía, eso nos pillaba en desventaja, pero no era nada que unos pocos entrenamientos no solucionaran.

Después solíamos juntarnos para comer todos juntos, incluso con las chicas y Tuk, que aunque no se prepararan para las pruebas, nos contaban datos importantes que tendríamos que saber para poder superarlas y anécdotas ocurridas los años anteriores.

Las tardes las solíamos reservar o bien para hacer las tareas que nuestros padres nos asignaban o para continuar entrenando, normalmente individualmente.

Y digo normalmente, porque si que se daban ciertas ocasiones en las que tenia compañía.

Aleya la na'vi que era parte del grupo, solía pasarse a hacerme compañía por las tardes, a veces me sacaba temas de conversación para que el entrenamiento se hiciera más ameno, otras simplemente se sentaba en la arena observándome entrenar.

Como no, Lo'ak se había dado cuanta de esto y no perdía el tiempo, ya que solía molestarme con que últimamente pasaba mucho tiempo con ella, que era una na'vi muy simpática y atractiva, y más cosas de ese estilo.

Había momentos en los que las ganas de hablarle sobre Rihia me carcomían, quería contarle lo buena guerrera que era, que todos esos movimientos que a veces los impresionaba durante los entrenamientos me los había enseñado ella. También quería contarle lo hermosa que era, decirle que nunca antes había visto a alguien tan atractiva, y también quería hablar de... daba igual, quería contarle absolutamente todo sobre ella pero no lo haría, no si quería olvidarla, porque eso no ayudaría en absoluto.

Esta tarde, a deferencia de otras, habíamos quedado todos juntos para hablar antes de que el eclipse le diera comienzo a la noche de hogueras. Se solía hacer una a la semana, y según me comentó Aleya, esta era especial, ya que era la última antes de las pruebas de iniciación.

Al llegar me pude dar cuenta de que algo era distinto, todos parecían entusiasmados por que la noche llegase, en especial Kiri, Tsireya y Aleya, que o era sensación mía o parecía que se hubieran puesto de sus mejores trajes.

- ¿Te has peinado? - preguntó Lo'ak burlón tocando el pelo de Kiri.

- Quieres callarte - respondió ella molesta colocándoselo bien otra vez, algo que nos hizo reír a todos.

Estuvimos compartiendo anécdotas, chistes y más; pero entre todo eso, pude fijarme en algo, Lo'ak y Rotxo parecían... ¿nerviosos? Es decir, de Rotxo no me extrañaba, estas últimas semanas me han sido suficientes para darme cuenta de lo nervioso que se pone cada vez que Kiri se acerca a él, es incluso tierno, una pena que Kiri este en "algo" con Spider. Pero ¿Lo'ak?, no entendía que podía causarle tanto nerviosismo.

Con intención de calmar a mi hermanito cambié de tema pensando que era la conversación actual sobre la caza lo que lo incomodaba.

- Se que no hace mucho que he vuelto, pero ¿es normal el comportamiento de los lideres y mis padres?

- ¿De que hablas Net'? - preguntó Kiri frunciendo el ceño.

- Si, yo también lo he notado - comentó Ao'nung - Parecen preocupados, hay veces que incluso se callan cuando entro al marui o cambian de tema bruscamente.

- ¿Estas seguro? - preguntó Tsireya claramente preocupada.

- Si, además las visitas de vuestros padres son cada vez más frecuentes. - añadió.

- A mi todo esto me da un poco de miedo - dijo Tuk que se encontraba sentada a mi lado para sentarse sobre mi abrazándome.

- Tranquila Tuk - dije acariciando su cabeza. - Todo va a salir bien, entre todos descubriremos que es lo que esta pasando ¿si? - ella asintió con la cabeza.

El eclipse llegó y eso dio comienzo a la hoguera todo el mundo cantaba, bailaba, y se divertía bajo la luz de la luna. A estas alturas ya había perdido de vista a Lo'ak, Kiri, Tsireya y Rotxo, pero no le tomé mucha importancia.

Yo me encontraba con Tuk y Täla, la hija menor de los lideres del clan, de apenas tres años de edad. No muy lejos, Ronal rodeada de niños contaba historias, de pronto los más jóvenes del clan gritaron al unísono a la vez que algunos adultos reían ante su reacción.

- ¡Vaya! Ronal a conseguido asustarlos a todos, viniendo de ella, no me extraña. -digo con una sonrisa de medio lado.

- Me apuesto dos de mis trenzas a que les a contado la leyenda de las Tanhì Taw. - dijo Tuk muy segura de si misma.

- ¿Las Tanhì Taw? - pregunté, no me sonaba de nada.

- Si, ¿no te la sabes? - y al ver que negaba con la cabeza comenzó a explicar. - Las Tanhì Taw, también conocidas como estrellas del cielo, son un clan na'vi que vive en las profundidades de uno de los bosques más grandes de Pandora. Se dice que su pelo es tan blanco como la nieve y que sus ojos, tan violetas como el núcleo de una estrella, son capaces de hipnotizarte. Según la leyenda son na'vis que una vez pertenecieron al cielo, ya que eran las mejores guerreras de Eywa, pero una noche, fueron desterradas a Pandora, por eso se dice que son como estrellas que han caído del cielo.

Mis pupilas se dilataron y un sudor frio recorrió toda mi columna vertebral.

- ¿Te encuentras bien Net'? - me preguntó preocupada.

- Si, si, continua. - le animé.

- Esta bien, por donde iba..., ¡ah si! Son conocidas por además de su aspecto, el hecho de que su clan esta únicamente compuesto por hembras. Dice la leyenda, que tras unirse a su compañero lo matan brutalmente para luego comérselo. - lo dijo en cierto tono tenebroso para luego soltar una carcajada al ver mi rostro pálido. - Pero tranquilo, son solo una de las muchas leyendas de Ronal.

- Si - una pausa larga - Solo leyendas.

Trataba de procesar todo lo que había escuchado cuando de repente...

- ¡Hey Neteyam! - se escucha a nuestras espaldas, segundos después Aleya se encuentra frente a nosotros. - ¿Damos una vuelta?

Yo aun seguía en un estado de shock y me era casi imposible articular una sola palabra.

- Si, claro que puede. - dijo Tuk dándome un codazo para que reaccionase.

- Bien - dijo sonriente para coger mi mano y empezar a caminar por la orilla.

Ella hablaba y hablaba, pero yo apenas prestaba atención a sus palabras, "estrellas caídas del cielo", "pelo blanco y ojos violetas", "grandes guerreras", "solo hembras", "asesinas"... todo apuntaba a lo mismo, pero algo dentro de mi se negaba a pensar que hablaban de Rihia y su clan.

- Net' ¿Te encuentras bien? - me preguntó Aleya preocupada.

- Si, si, estoy bien, solo... - un suspiro - El día de hoy a sido duro y estoy muy cansado, yo...

- Tranquilo - dijo - Esta bien, te entiendo - aunque por alguna razón me pareció ver dolor en su mirada. - Mereces descansar, ¿necesitas que te acompañe al marui?

- Oh, no te preocupes, esta bien. Gracias por entenderlo. - le sonreí. - Buenas noches y disfruta de la hoguera.

- Buenas noches Neteyam - pude escuchar antes de dirigirme hacia el marui.

Tanhì Taw ( Neteyam Sully )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora