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Neytiri

Apenas tengo tiempo para interiorizar la vuelta a la vida de ese monstruo cuando Tuk me abraza aterrorizada. Lo'ak hace lo mismo, ahora los tengo a ambos entre mis brazos, beso cada una de sus frentes cuidadosamente. Por el rabillo del ojo veo como Jake consuela a Kiri, que ahora llora desconsolada entre sus brazos. Lo lideres Metkayina por su parte hacen lo mismo con sus hijos.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta hasta que Jake gritó.

- ¡Neteyam! - dice preocupado.

Entonces levanto la cabeza y veo a lo que se quiere referir. Mi hijo, mi querido niño, se encontraba en el suelo, y sangre brotaba de una de sus piernas cubriendo la yerba bajo sus pies de un rojo carmesí. Parecía inconsciente, aunque a juzgar por los movimientos de su pecho estaba claro que aun respiraba. Jake soltó a Kiri para acercarse a él, yo imité su acción.

Una na'vi se encontraba sobre él, no apoyaba un ápice de su peso en él, supongo que se debía a que no quería dañarlo. Al contrario de parecer una amenaza para él adoptaba una pose completamente defensora. Estaba claro que lo defendía. Aparentemente de nosotros.

Jake avanzó un poco más mirando amenazantemente a la joven. Ella gruñó ante ello y mi marido respondió con otro gruñido. Ella levantó su cuchillo, cubierto de sangre y lo posicionó en nuestra dirección; estaba claro que no estaba por la labor de dejarlo solo.

Entonces reparo más en ella, su piel un tono más clara que la nuestra pero sin llegar al extremo de los Metkayina, estaba salpicada de sangre. Algunas heridas parecían ser suyas pero la cantidad de sangre que cubría su cuerpo no era suya, ni siquiera una cuarta parte de ella. Todo su cuerpo era atlético, ciertamente musculoso, como si fuera diseñado para pelear. Puntos blancos recorrían su cuerpo, muy parecidos a los nuestros; pero no tenían punto de comparación con su pelo, largo y completamente blanco. Entonces mi mirada cayó sobre sus ojos, parecían hervir en furia, también determinados a luchar; pero por encima de todo eso eran hipnóticos, absolutamente hipnóticos, no estaba segura de si se debía al color violáceo que había en ellos, puede que simplemente se debiera a la fuerza que emanaban.

Mi marido parecía no intimidarle, y si lo hacía no lo demostraba en absoluto. Su cola se movía de un lado a otro, podría parecer que era señal de nerviosismo pero yo estaba segura de que no era así; yo misma había adoptado esa postura más de una vez en el pasado, protegiendo al que hoy en día es mi marido.

Entonces mis ojos se abrieron mucho, una idea había cruzado fugazmente mi mente, incluso a mi misma me costaba creérmela pero si queríamos que esa na'vi nos permitiera acercarnos a nuestro hijo, tendría que intentarlo.

- Rihia - dije en alto. No fue un grito, lo dije con voz firme y clara.

Ella reaccionó, sus ojos al menos, ya que sus pupilas se dilataron al escuchar su nombre.

Pude ver la cara de confusión de mi marido que ahora no gruñía, pero tampoco bajaba la guardia. Algunos susurros también se hicieron audibles a mis espaldas.

- Tranquila, no vamos a hacerle daño, déjanos curarlo. - dije adoptando una postura más relajada con la esperanza de transmitirle lo mismo a ella. - Por favor - añadí mirándola a los ojos suplicante.

Los movimientos de su cola se ralentizaron, indicando que algo estaba debatiendo consigo misma. Entonces bajo mi arma y vuelvo a hablar, no creo que a Net' le quede mucho tiempo.

- Yo soy Neytiri - digo señalándome. - Y él... - hago una pausa agarrando la mano de Jake indicándole que desarme su fusil. Él inseguro me obedece. - él es Jake.

Ella mueve la cabeza ligeramente hacia un lado, como si tratase de comprender lo que le estaba diciendo.

- ¿Jake Sully? - preguntó en algo que se asemejaba a un susurro.

- ¡Si! Si, Jake Sully, ese soy yo. - dice mi marido algo desesperado al ver que lo conocía. - Por favor, déjame curar a mi hijo. - ver los ojos suplicantes de mi marido hizo que algo en mi se revolviera.

Entonces ella lo miró, a Neteyam, aun inconsciente en el suelo. Analizó su rostro como si temiera perderlo y no quisiera arriesgarse a olvidarlo. Después se levantó, y abandonando esa posición defensiva para echarse tres pasos hacia atrás.

Jake se abalanzó sobre Neteyam y rápidamente lo cogió en brazos. Yo me acerqué a él y acaricié la cara de mi niño. Sonreí, pero una lagrima recorrió mi mejilla hasta caer al suelo. Había pasado miedo, muchísimo además.

Jake lo sube rápidamente a su Ikran y pone rumbo al clan. Ronal y se dispone a hacer lo mismo con sus pequeña aun llorando entre sus brazos.

Yo me giro una ultima vez para observar a aquella na'vi, que ahora parecía un poco perdida. A si que era ella de la que Net' hablaba...

Mis hijos se acercan y los abrazo a todos una vez más. Me doy cuenta de que Spider no esta. Hijo del dem...

Siguiendo a Ronal y sus hijos empezamos a andar hacia el arrecife. Mientras Tonowari inspecciona la zona junto a un par de Metkayina, cinco de los mejores guerreros del clan rodean a Rihia escoltándola al clan junto a nosotros. Parecía peligrosa, y no íbamos a arriesgar a que alguien muriese a su cargo.

Me pareció observar como el miedo nacía en los ojos de la na'vi al ver a los cinco hombres aproximarse.

Tanhì Taw ( Neteyam Sully )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora