59

784 82 30
                                    

Kiri

Todos seguíamos a Neteyam que caminaba por el bosque como si lo hiciera a diario. Juraría que en un principio yo no era la única que pensaba que Net' estaba completamente perdido y desorientado; pero tras encontrar ese arroyo, en el que hicimos una pausa para descansar incluso, parecía que en su mente un mapa se hubiera dibujado, ya que la soltura que tenía ahora en este magnifico bosque no la había visto en horas.

Yo, al igual que el resto, no podía evitar el mover mi cabeza de lado a lado, intentando captar la belleza de ese lugar, su esencia, su energía... y memorizarla, plasmarla en el fondo mi mente.

Aunque los Sully nos hubiésemos criado en un clan que se encontraba también en medio de un gran bosque... Nunca antes me había planteado que dos bosques pudieran llegar a ser tan similares y distintos a su vez.

Neteyam parecía... feliz. Sí, eso es; feliz.

A lo largo del camino al clan Huyuticaya, Net' nos contaba anécdotas que le habían ocurrido en los lugares por los que pasábamos; la mayoría eran realmente graciosas y todos nosotros disfrutábamos escuchándolas, sin duda alguna amenizaban mucho el camino.

- ¡Ahh! - grita Tsireya presa del pánico.

Lo'ak y Ao'nung, que se encontraban junto a ella, en seguida adoptaron una posición un tanto defensiva. Tuk agarró mi mano asustada.

- No pasa nada. - dice Neteyam mirando a una atemorizada Tsireya. - Si no mueves no te atacará. - explica con la voz forzadamente calmada para no alterar a la criatura que se encontraba frente a nosotros.

Yo agarro con fuerza la mano de Tuk, y aunque la criatura se encontrara a varios metros de nosotras, no me permití desobedecer las ordenes de Neteyam.

- Es un Viperlobo. - dice caminando muy despacio hacia él. - Suelen vivir en manada, sin duda este es un adulto joven, se habrá despistado. - finalmente consigue ponerse entre Tsireya y la criatura. - Estará buscando a su manada. - dice sin darle la espalda en ningún momento.

La criatura, que antes parecía haberse sentido amenazada ante el grito de mi amiga, parece relajarse ante la presencia de mi hermano. Era como si su lenguaje corporal le hubiera hecho entender a la pequeña bestia que no pretendíamos hacerle ningún daño.

Tras un par de olfateadas al aire, decide retroceder, para segundos después perderse entre la maleza.

Entonces casi se pudo escuchar como todos inhalamos una bocanada de aire por primera vez, después de mucho, mucho tiempo.

- ¿Cómo mierda sabes tú todo eso? - pregunta el skxáwng de Ao'nung claramente aun alterado.

- Estas criaturas son sagradas para las Huyuticaya. - una pausa. - De entre todas las que existen, estas. Rihia se encargó de explicarme las características y comportamiento de cada una de las especies de la zona, de los Viperlobos en especial. Son... son muy importantes en su cultura.

Me permití pensar por primera vez en todo el viaje en el clan al que nos estábamos aproximando. Lo poco que sabíamos sobre él era lo que Ronal contaba en alguna de las noches de hoguera, esos típicos relatos que nunca sabías si podías creerte o no.

Net' también nos había hablado un poco sobre el clan y sus integrantes... lo poco que él sabia claro, que al menos era más de lo que el resto sabíamos.

La caminata continuó como si nada. Ahora podía notar tanto a mi amiga como al resto del grupo un poco más alerta que antes; nuestras alarmas volvieron a saltar cuando Net' se volvió a parar en seco.

- ¿Esta vez que... - pero no pude terminar mi oración ya que, al igual que todos los demás, me quedé muda ante lo que se extendía ante mis ojos.

Una aldea, que era lo suficientemente grande como para ocupar la inmensa hondonada que se abría a nuestros pies. En ella miles de chozas, criaturas, luces y na'vis se encontraban... no pude evitar el hecho de fijarme en que, al igual que Ronal comentaba en sus leyendas, todas y cada una de las integrantes del clan eran hembras.

Todas ellas reunidas en el centro, todas alrededor de algo que no conseguía identificar... parecían... celebrar algo.

Nosotros, aun escondidos entre unos frondosos matorrales con la esperanza de que no nos descubrieran, no podíamos hacer más que analizar todo lo que estaba ocurriendo ahí, intentar entenderlo... Aunque claro estaba que algunos no habían nacido para ello.

- ¿Qué se supone que esta pasando? - susurra Lo'ak a lo que yo ruedo los ojos.

- ¿En que... dialecto hablan? - pregunta ahora Rotxo. - ¿Parece...

- Na'vi, pero no lo es. - concluye Net'. - Es el Ticaya, se podría decir que es algo así como el na'vi pero... bueno tienen palabras propias, variaciones en las terminaciones de ciertas palabras, la pronunciación de ciertas palabras también cambia... Pero la base es la misma que la nuestra, aun no sabiendo nada de su idioma puedes entender al menos la mitad de lo que dicen.

- ¿Y tú sabes Ticaya? - pregunto un tanto impresionada.

- Es otra de las cosas de las que Rihia se encargó; enseñarme su idioma. - dice con simpleza.

- ¿Y que esta ocurriendo? ¿Puedes entender lo que dicen? - ahora habla Rotxo.

- Parece una especie de ceremonia, algo importante... quizá, si nos acercáramos un poco más... - dice deslizándose entre la maleza.

Un metro, dos metros, tres.

Ya no podíamos acercarnos más.

Ahora veo como las orejas de mi hermano mayor se tensan, agudizando así su sentido auditivo. Sí, parecía estar escuchando lo que hablaban.

Me resulta complicado contener la risa al ver su cara de concentración por descifrar lo que aquellas hembras decían; no sé con certeza que es lo que había escuchado, pero de un instante a otro su semblante cambió bruscamente, el de ahora en shock, vacío, como si su alma hubiera abandonado su cuerpo.

Aparentemente yo no soy la única en darme de este cambio, ya que Tuk, asustada al ver la expresión de Neteyam, decide poner una de sus manos sobre el hombro del mayor de los Sully.

Este no reacciona.

- ¿Net' estas bien? - empieza Tsireya.

- ¿Bro, que es lo que... - pero la voz rota de Neteyam lo interrumpe a Lo'ak.

- No. - una pausa. - No, no, no, no, no, no... - parecía que hablaba para si mismo ya que su mirada seguía perdida en la aldea frente a nosotros. - Esto no esta pasand...

- ¡Ey, 'teyam! - trato de llamar su atención sin hacer mucho ruido. Al ver que no se giraba, que no reaccionaba ante mi tacto, algo se rompió también en mi. ¿Qué estaba pasando?

- ¡Ahhhh! - el agudo grito de Tuk se clava en el interior de mi sentido auditivo.

Giro mi cabeza hacia mi derecha, para encontrarme con que Tuk ya no se encontraba a nuestro lado.

Tanhì Taw ( Neteyam Sully )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora