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Rihia

- Te damos las gracias gran madre por los alimentos que... - Nets'aluma, la Tsahik del clan hablaba, pero en cierto momento deje prestar atención a sus palabras.

Todas las noches, en la hoguera se recitan las mismas oraciones para dar gracias a nuestra madre, Eywa, por los alimentos que nos brinda y por la oportunidad de disfrutar la vida que nos da. Las oraciones no solían variar demasiado, normalmente dependía de la Tsahik que estuviera al mando del clan. Esta noche, como excepción, yo no prestaba atención a sus palabras; no me malinterpretéis, yo sentía un gran respeto hacía Nets'aluma, todas en el clan lo hacíamos, pero esta noche mi mente estaba en otro lado.

Por lo general yo no era gran fan de los paseos nocturnos, hubo una época, hace unos años, en los que sin falta alguna salía todas las noches a deambular por el bosque, sin rumbo fijo, simplemente a andar, pero de eso ya hace mucho.

Pero hoy... esta vez era distinto, por alguna razón sentía la necesidad de salir, correr, saltar y perderme en el bosque, para desconectar, para relajarme, para simplemente ser yo misma. Puede parecer raro lo que voy a decir ahora mismo pero era como si Eywa me susurrara que lo hiciera, ¿y quien soy yo para cuestionárselo?

Cene relativamente rápido, tampoco demasiado ya que no quería que nadie se extrañara; por el momento parecía estar funcionando. No estaba prohibido vagar por el bosque a la noche, pero como ya he comentado antes, a Nets'aluma no se le escapa una, y si se entera de que he cometido la gran imprudencia de salir sola por la noche, se que no dudara en replicármelo y darme uno de sus interminables sermones sobre la responsabilidad y la importancia de pensar en las consecuencias que mis actos conllevan. Y es que aquí, en Pandora, existen muchas criaturas, de todos los tamaños y colores, y por alguna extraña coincidencia, a las más peligrosas de ellas les fascina la noche.

Y sí, por el momento, mi gran plan de escapatoria estaba funcionando. Me alejé sigilosamente del grupo simulando que estaba cansada y que me iría a dormir, nada más. Pero aunque me funcionara para distraer al grupo, hubo alguien, que me conocía mejor que yo a mí misma, que no se lo trago ni por una milésima de segundo y ya estaba detrás de mí, otra vez.

- Ruhna - Me queje en un susurro, ya que no formaba parte del plan ser delatada por una Thanator con cierto hiperapego emocional hacia mi persona. - ¿Qué se supone que haces aquí? - le pregunté. Que Eywa me diera paciencia. Ella emitió un bajo gruñido, como para sus adentros, una especie de susurro. - No me puedes acompañar, esto no es una noche de chicas, esta vez voy yo sola, vuelve con el clan y espera a que vuelva, ¿si?

La Thanator, me miro con ojos suplicantes, siempre que quería conseguir algo lo hacia, pero esta vez no pensaba caer en su juego. Puse la cara más seria que pude y pareció captarlo enseguida ya que echó sus orejas hacia atrás y se apartó del medio. La miré a los ojos y asentí, ella no es mala, solo quiere protegerme, y esa mirada fue suficiente, ella sabía que estaría bien, confiaba en mi al igual que yo en ella, sin más espera desaparecí entre la abundante vegetación.

Corría, saltaba de árbol en árbol, cerraba los ojos, sentía a Eywa. Era lo que más me gustaba del bosque, sus llamativos colores, las curiosas formas de todo lo que lo habitaba... Una suave brisa me acarició, fue algo más que una caricia, me hablaba, me guiaba...

Continué mi camino, no tenia una ruta fija, simplemente me dejaba llevar por los sonidos, los olores y mis sentimientos. De pronto llegué a una no muy grande cascada, la recordaba a la perfección, era uno de los lugares que más frecuentaba hace un tiempo. De pronto me acordé de algo, un refugio con increíbles vistas que construí hace años, solía pasar mucho tiempo en él, observando las estrellas, o las distintas criaturas que se divisaban desde ahí, ya que al estar en lo alto de un gran árbol milenario era resistente y de gran utilidad en caso de que quisieras refugiarte o observar el bosque desde un punto de vista más elevado. Y si mal no recuerdo, no estaba muy lejos de aquí, no, unos cuantos metros hacia el norte y... ahí estaba mi querido arbolito.

Comienzo a subir, pero unos metros antes de llegar observo algo. Preparo mi arco y flecha, lo tengo a punto y parece estar dormido, no tendría que costarme demasiado terminar con su vida. Me fijo un poco más y trato de descifrar de que criatura se trata. Es extraño, su apariencia es muy parecida a la mía y la de nuestro clan, pero algo fallaba, su tono de piel no era el mismo tono que el nuestro era algo mas azulado, y su pelo era completamente negro. Pero eso no era lo único, no, su olor, era distinto, ningún olor que pudiera identificar, pero eso era imposible, es un na'vi, de eso no hay duda pero ese característico olor...

De pronto mis pupilas se dilatan, mis brazos y agarre se tensan y empiezo a respirar con dificultad. Si estaba en lo cierto, si mi hipótesis es real, puede que este frente a un macho na'vi. No sabría decirlo claro, ya que nunca había visto ninguno, el clan Huyuticaya esta compuesto únicamente por hembras, pero si que he oído hablar de ellos. Pienso en matarlo, nada bueno podría traer uno de los suyos, pero por alguna razón no soy capaz de ello, la curiosidad me puede y aflojo el agarre hasta desarmar el arco. Me siento en una de las muchas ramas y lo contemplo, duerme plácidamente, no es de la zona, si lo fuera se andaría con mas cuidado, dormir solo en un lugar como este, solo puede decir dos cosas de ti, o eres increíblemente valiente, o eres un completo skxáwng.

Tanhì Taw ( Neteyam Sully )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora