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Neteyam

Esta vez me desperté antes de lo normal, bueno, a ser sinceros apenas dormí algo. Una inquietante sensación me invadía y no me dejaba dormir, cada vez que cerraba los ojos un mal presentimiento me invadía y me tentaba a salir en su busca. Pero trataba de convencerme a mi mismo de que ella estaba bien, también le pedí a Eywa que la cuidara, por si lo de defenderse sola no era suficiente.

Llego junto al rio y espero, hoy estoy un poco más alerta de lo normal, por si acaso.

De repente escucho un ruido a mis espaldas, es casi nulo, pero fui capaz de percibir cierto movimiento entre la abundante vegetación. Me giro rápidamente y soy capaz de esquivar su ataque, seguidamente salto y la inmovilizo usando todo mi cuerpo.

- ¡Vaya! - dice sorprendida. - Parece que vas aprendiendo skxáwng. -sonríe.

Verla ahí, debajo de mi, sana y salva, sonriendo y bromeando... por alguna razón me dio mil años de vida. Un suspiro no intencionado sale de mi haciendo que todo mi cuerpo se relaje y baje la guardia. Ella aprovecha la ocasión para escurrirse y soltarse de mi agarre, y sin darme tiempo a reaccionar se sube sobre mi inmovilizándome.

- Ayer no apareciste. - traté de sonar serio. Pude notar como su sonrisa se desvanecía, puede que durante solo unas milésimas, ya que rápidamente mostro una sonrisa burlona.

- ¿Te aburres sin mi gatito? - dijo. Voy a ser sincero, me encanta cuando habla así, pero este era un momento serio, no podía distraerme, aunque el hecho de que estuviera encima de mi no ayudaba precisamente.

- No es gracioso. - le contradije. - Pensaba que habías muerto.

- No se que pensar. - empezó. - ¿Enserio crees que no soy capaz de defenderme sola? - iba a contestar aunque realmente no sabía el que.

- Si, claro, no es eso, es que...

- ¿Te preocupas por mi? ¡Vaya, eso es nuevo! - dijo haciendo que mis mejillas ardieran. Daba gracias a Eywa porque estuviera tumbado, no creo que fuera capaz de controlar el nerviosismo de mi cola de otra manera.

- No te creas tanto. - dije, intentando sonar convincente. - ¿Quién si no me iba a ayudar a completar el mapa?

- Si, hare como que te creo. - dijo para luego levantarse, y ahí fue cuando me di cuenta del calor que puede emanar un cuerpo, ya que sentí la calidez abandonarme cuando ella se alejó.

Comenzamos a andar por el bosque, más bien yo la seguía y ella me guiaba.

- ¿Y... que es eso tan importante que tenias que hacer? - pregunté curioso. Ella me miró y por unos instantes pensó el que responder.

- Nets'aluma quería asegurarse de que todas tuviéramos un interminable entrenamiento intensivo. - dijo. - Algo realmente agotador. - agregó. - ¿Y tu? - me preguntó. - ¿Qué tal tu día libre?

- Bueno... digamos que he estado entretenido.

- ¿A si?

- Mhmh - asentí. - Espera - le dije a lo que ella se detuvo. - Abre las manos así. - le mostré como tenía que hacerlo, las dos manos abiertas y juntas al frente. - Bien, ahora cierra los ojos. - y hice muy suave presión sobre ellos para asegurarme de que los cerrara.

- ¿Qué tramas skxáwng? - preguntó sonriente.

- Ahora lo veras. - contesté para darle más emoción al asunto. Cogí la flecha que talle ayer parar ella, la coloqué suavemente sobre sus palmas y hable. - Ya puedes abrirlos.

Ella abrió los ojos lentamente, una gran sonrisa adornó su cara cuando vio el regalo en sus manos.

- ¿Lo has hecho para mi? - preguntó mirándome a los ojos.

- Si - y me rasqué la cabeza con nerviosismo. - ¿Te gusta? - le pregunté sin romper el contacto visual.

Ella no contestó, simplemente se abalanzó sobre mi, abrazándome.

- Si, muchas gracias Neteyam. - dijo. Juro que nunca me cansaré de escuchar mi nombre salir de su boca.

El resto del camino lo pasamos hablando y riendo, yo le conté y expliqué el significado de cada una de las imágenes de la flecha mientras ella escuchaba atentamente a todo lo que yo decía.

De pronto ella se detiene, y yo copio su acción. Sigo su mirada y me doy cuanta en lo que se había fijado, a unos pocos metros de nosotros una manada de Viperlobos descansaba a la sombra de un gran árbol. Inconscientemente llevé una de mis manos al cuchillo que se encontraba atado a mi cintura, listo para contraatacar en caso de ser necesario. Las criaturas no nos habían visto aun ya que nos encontrábamos escondidos tras la abundante maleza. Rihia al darse cuanta de mi acción puso su mano sobre la mía haciéndome soltar el arma. De pronto y sin previo aviso sale del escondite haciendo que todos giraran la vista sobre ella.

Observe lo que hacía, ¿que si estaba loca?, puede ser, al menos es lo que yo pensaba en ese momento, pero a continuación ocurrió algo que me dejo completamente impactado. La manada de Viperlobos la dejo acercarse como si nada, como si realmente ella fuera una de ellos. Las crías de la manada la rodearon y demandaban su atención mediante juegos y pequeños gruñidos. Ella se agacho y tras acariciarlos me buscó con la mirada.

Y me encontró, no tuvo que decir nada para saber lo que quería, quería que me acercara. Tras dudarlo un poco decidí salir de mi escondite. Al hacerlo los mayores de la manada se pusieron en alerta, algunos ya preparando un posible ataque. Rihia hizo un movimiento para tranquilizarlos, cosa que funcionó, y seguidamente se levantó para acercarse a mi. Cogió una de mis manos y sin soltarla me acerco a la manada y me presentó.

- El es mi amigo. - me presentó a toda la manada. - Es bueno, no temáis de él. - y toda la manada parecía entenderla, ya que pude sentir como poco a poco, con cada una de sus palabras iban relajándose todos.

Una de las crías se acercó a mi y con sumo cuidado y respeto la acaricié. Después de ella otra de las crías se acerco, y luego otra... y así terminó el día de hoy, yo jugaba, saltaba y corría junto a la manada mientras Rihia me observaba. Esta vez pude notar algo en su mirada, era distinta, sus ojos brillaban más, su sonrisa también, estaba tan preciosa que incluso me dio rabia no poder sacar una foto para poder conservar esta imagen para siempre. Supongo que no me queda más que conservarla en mi memoria.

Tanhì Taw ( Neteyam Sully )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora