Tanhì Taw ( Neteyam Sully )

26

Neytiri

Ha pasado una semana tras la prueba de iniciación, y parece, que al igual que en el bosque, la tranquilidad nunca llega a los arrecifes.

Me encontraba junto a Jake y los lideres Metcayina en su marui, discutiendo algo que nos venía preocupando ya hace varias semanas.

Tonowari a sido informado este ultimo mes, a manos de otros clanes del arrecife, que un misterioso intruso a sido detectado más de una vez sobrevolando distintos clanes. Esto al principio era confuso, ya que, los lideres de otros clanes sabían de la existencia de nuestra familia, y estos pensaban que alguno de nosotros era el que se dedicaba a sobrevolar sus costas en Ikran.

Pero cuando Tonowari comunicó que ese intruso no éramos ninguno de los Sully, hizo que el miedo y desconcierto se apoderara de varios clanes y de sus lideres.

Jake había visitado las cercanías de algunos de los clanes, hablado con na'vis que habían visto al intruso y tratando de, mediante vuelos cortos en la zona en la que se vio por ultima vez, dar con él. Todo esto sin éxito.

Afortunadamente, pese a la preocupación de los Metcayina, este na'vi no había causado ningún problema todavía, ningún ataque ni amenaza había llegado de su parte.

Pero eso no era todo, hace poco más de un par de semanas, los informes que recibían Ronal y Tonowari eran algo más confusos y preocupantes. Ahora parecía ser que alguien se dedicaba a desenterrar y profanar la tumba de los muertos que eran enterrados en tierra firme.

En nuestro clan no se había dado nada de esto, ni desentierros sin sentido ni intrusos sobrevolando nuestras cabezas; esta era la razón por la que nosotros cuatro éramos los únicos que sabíamos esto.

- Esto tiene que parar. - decía Ronal ya algo enfadada. - Cada día, alguien que ni siquiera somos capaces de identificar, profana las tumbas de nuestros ancestros. ¡Esto es un claro insulto que no estoy por la labor de permitir Tonowari! - esta miraba expectante la respuesta de su marido.

- Lo sé, Ronal. - trató de calmarla acariciando sutilmente la cara exterior de su mano. - Pero no podemos actuar si no sabemos a lo que nos enfrentamos, - una pausa - a menos que prefiramos morir en el intento.

- Estoy con Tonowari. - dijo mi esposo, que hasta ahora parecía absorto en sus pensamientos. - No podemos permitirnos un paso en falso, podríamos perder demasiado.

- Claro. - dijo Ronal - ¿Cómo la ultima vez? - comentó en una especie de susurro.

Yo gruñí ante su comentario.

- Con mi hijo no, Ronal. - dije cortante.

- No, claro que no. - dijo quitándole importancia a su comentario anterior. - Solo pienso, ¿todo esto no estará relacionado con la vuelta a la vida de Neteyam? ¿No es así?

Volví a gruñirle, esta vez si, furiosa. Ella me devolvió el gruñido y pude ver como Tonowari trataba de calmarla y disculparse con la mirada. Jake iba a intervenir cuando su transmisor sonó.

- ¡Demonio canino, demonio canino! Aquí ojo de águila, cambio.

Era la voz de Lo'ak, parecía asustado.

- Adelante ojo de águila. - contesta Jake.

- Av...ateres - dijo, ¿¡parecía faltarle el aire!? - Han vuelto - dijo con cierta dificultad.

- Hijo ¿me escuchas? - decía Jake - Tienes que calmarte, respira ¿si?

- Las tienen... Tsireya y Kiri... - una pausa - ¡No, Tuk! - gritó desesperado.