21. No podemos separarnos

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Capítulo 21:
No podemos separarnos.

   Nuevos folletos empezaban a repartirse por el colegio, teniendo la imagen de Jimena como candidata a la presencia estudiantil.

   “No busco favorecer a un grupo, sino a todo un colegio.”

   Ese es lema que defiende Jimena, llenando de curiosidad a muchas personas y recibiendo el apoyo de aquellos que siempre han querido que ella sea la presidenta del colegio.

   Cuando Kimberly llegó al colegio pudo visualizar el ajetreo de las personas que estaban apoyando a Jimena para las presidenciales, dichas personas no paraban de entregarles folletos a todos aquellos que veían por los pasillos.

   La rabia consumió por completo a Kimberly, a tal punto de que caminaba a pasos apresurados para evitar toparse con las personas que estaban jugando en su contra.

—Vota por Jimena para tener justicia en el colegio —le pidió Alaia a Kimberly cuando pudo entrometerse en su camino con clara intención, ofreciéndole un folleto mientras sonreía con satisfacción.

   Kimberly tomó el folleto con mucha rabia y luego lo detalló, llenándose de más rabia por la celosía que sentía.

—Perdieron su tiempo imprimiendo estas tonterías para unas absurdas elecciones que obviamente perderán —comentó Kimberly mientras hacía bola el folleto con sus manos.

—Disfrutaré mucho cuando te vea perder, Kimberly.

—Yo seré la que disfrutaré cuando les vea la cara a ustedes después de mi siguiente victoria. Ahora hazte a un lado.

   Kimberly pasó por un lado de Alaia, tropezando con su hombro para hacerle notar su total desprecio y molestia.

   Un grupo de personas en el colegio ya estaba empezando a mostrar su total apoyo a Jimena, y cuando veían que Kimberly se acercaba hacia ellos no dudaron en corear el nombre de Jimena una y otra vez para que Kimberly sintiera mucha más rabia de la que estaba sintiendo.

—¡Odio a Jimena! ¡La odio como no tienes idea! —le comentó Kimberly a Merlina cuando logró verla en el patio trasero del colegio —Ha sido la peor amiga que he tenido en mi vida.

—Cálmate, Kimberly. La rabia puede provocarte alguna enfermedad cerebral si sigues así —le informó Merlina.

—¿Ya viste la tontería que están haciendo? Es increíble que se estén tomando muy en serio estas prontas elecciones.

—Los folletos que están entregando son muy bonitos. ¿Por qué no planeamos hacer unos? En las pasadas elecciones hicistes algunos.

—Esas elecciones sí tenían importancia. Las que vienen ahora son simplemente un capricho de los amigos de Frank para defender lo indefendible. Yo no pienso gastar tiempo y dinero en unas elecciones que ganaré.

—¿Estás segura que ganarás?

—Obvio que ganaré, Merlina. Yo soy y siempre seré la presidenta estudiantil de este nuevo periodo escolar. ¿Acaso lo dudas?

—Sé que puedes ganar; pero tenemos que hacer algo para no dejarle todo el camino hecho a Jimena.

—En el discurso seré la más aplaudida, ya lo verás. Jimena escogió a una fuerte contrincante como yo.

—¿Y has planeado lo que dirás ese día?

—Sé muy bien lo que diré. No me hace falta planear nada.

—Bueno, sabes que cuentas con todo mi apoyo en lo que necesites. Yo tampoco quiero darle el gusto a Jimena de que gane.

—Gracias, Merlina. De verdad aprecio mucho tu compañía y apoyo. No puedo creer que tú, siendo una nueva persona para mí, seas la que más confianza me esté dando en este momento. Las que yo pensaba que eran mis amigas resultaron ser unas falsas.

Tóxicos: Muy DañinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora