72. Emociones encontradas

5 0 0
                                    

Capítulo 72:
Emociones encontradas.

   Jimena no perdía la oportunidad de ver a Santiago, quien en ciertos momentos se reía por los comentarios que José hacía. Verlo sonreír de esa manera sólo añadía más ideas en su mente, creando escenarios imaginarios donde Santiago se acercaba a ella para coquetearle.

   Efectivamente, a Jimena no se le ha hecho fácil olvidar a Santiago. Por un momento pensó que ese tema ya iba pasado al olvido, pero desde que él se terminó de desligar de Merlina ha hecho que Jimena vuelva a tener aquellos sentimientos que por mucho tiempo mantuvo hacia él desde que lo conoció.

   Jimena no quiere ser tan evidente con sus miradas, así que en ciertos momentos prefiere alejarse un poco para mirarlo desde lejos. Justo ahora ella se encuentra en la cocina, sirviéndose otro vaso de refresco mientras terminaba de preparar algunas cotufas.

—¿Crees que él no ha notado tus miradas?

   La voz de Mariano hizo que Jimena se sobresaltara de la impresión y botara un poco de refresco sobre el mesón, así que sin pensarlo dos veces tomó un trapo para empezar a secar lo que había hecho sin querer.

—Mariano, para la próxima avisas que vas a entrar —dijo ella, mirando al chico del otro lado del mesón.

—Perdón, no quería asustarte. Sería increíble que Santiago no notara las miradas que le das. Creo que todos ya nos hemos dado cuenta.

—No sé de lo que me hablas.

—Sabes que sí, Jimena.

—¿Se te ofrece algo? —preguntó ella, acercándose esta vez a la gran olla donde están saltando las cotufas.

—Queria hablar contigo, es todo. Digamos que no tengo muy buen trato con los demás invitados, sólo contigo.

—Luis y Raquel estudian en el mismo colegio que tú.

—Sí, pero mi expediente como amigo de Rafael no me da buen testimonio. Créeme cuando te digo que Luis me odia, y Raquel... sólo me saluda por cortesía.

—Tampoco es para tanto, Mariano. He visto cómo ellos te han tratado bien. De hecho todos aquí te hemos tratado bien.

—Aún no me siento del todo cómodo.

—¿Te irás?

—No, tampoco es para tanto —dijo él, rodeando el mesón para después apoyarse a este y cruzar los brazos —. Puedo soportar.

—Te invité para que también te distrajeras un poco después de la noticia de Kendrick —dijo Jimena, apagando luego la estufa —Pero entiendo que de repente tengas la idea en tu mente de irte.

—La verdad es que estar aquí sí me ayuda un poco para distraerme, pero no me puedo sacar de mi cabeza la noticia de la muerte de Kendrick. Sus padres estaban muy dolidos cuando los fui a visitar.

—Ya me lo imagino. ¿Rafael aún no contesta tus mensajes?

—Me contestó uno. Dijo que también estaba dolido por la muerte de Kendrick, pero no se apareció al velorio. Espero que mañana vaya al entierro.

Tóxicos: Muy DañinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora