48. No estás solo

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Capítulo 48:
No estás solo.

—Y eso es todo, señorita Beatriz. Ya no puedo más, es por esa razón que vine aquí para escuchar una opinión profesional acerca de mi situación —dijo Raquel, limpiando sus lágrimas y luego su nariz con un pañuelo.

—Vaya, Raquel. Es increíble todo lo que me cuentas. Ahora entiendo mejor tu situación. ¿De casualidad tus padres saben o sospechan de esto?

—No. Ellos aún están confiados de que entre Rafael y yo ya no hay nada. No me atrevo a confesarles lo que ahora estoy pasando.

—¿Amas a Rafael?

—Realmente... No. Él mismo se encargó de destruir todo el encanto que sentía desde hace años.

—¿Y qué pasa con Samuel? ¿Realmente sientes algo por él?

—Samuel me ha hecho sentir especial y amada. Le he tomado mucho aprecio y... En este momento puedo asegurarle que sí, lo amo. Me gusta mucho y quisiera que las cosas fueran distintas con él.

—En tu caso hay muchas cosas por puntualizar para analizar bien toda la situación, Raquel. Algo que también veo delicado es tu obsesión por querer parecerte a alguien, dañando así tu autoestima. Eso no está bien, Raquel.

—Lo sé, lo sé. Es solo que... Desde pequeña me han hecho sentir fea y despreciable.

—Pero no lo eres, ten eso siempre en tu mente. Tienes tu propia esencia y belleza, no dejen que te opaquen ese brillo especial con malos comentarios. Eres hermosa, Raquel. El chico que sea tu pareja será muy afortunado, porque además de guapa tienes un muy bonito corazón. Lo único que te hace falta es seguridad y madurez para afrontar los problemas que se te vengan. Pero tranquila, son detalles en los que se pueden trabajar. Eso es lo primero en lo que nos enfocaremos: Tú seguridad y tú madurez.

—¿Y qué haremos con mi problema con Rafael? De verdad ya no sé qué hacer. Obedezco a lo que me pide porque no quiero más maltrato de su parte en este momento.

—¿Más de los que ya has recibido por años estando con él?

—Bueno, yo...

—¿Te atreverías a confrontarlo otra vez?

—No —respondió inmediatamente —. Creo que sería peor.

—Supuse que me responderías eso. ¿Y qué hay con denunciarlo? Podrías ponerle una orden de alejamiento con la policía.

—Eso lo pondría peor, señorita Beatriz.

—Por lo que me cuentas, Rafael es un muchacho conflictivo. No te traerá cosas buenas si sigues permitiendo que él se acerque a ti. Habla también con tus padres para que sepan lo que está pasando.

—Lo he pensado... Pero tengo miedo de lo que suceda.

—No puedes vivir toda tu vida con miedo, Raquel. Tienes que confrontar todo lo que te impida crecer como persona. Necesitas de apoyo, para eso has venido aquí. Tu mente en este momento tiene un desorden de ideas, yo simplemente trato de ordenarlas para que tú decidas. Con las palabras que dijo tu mamá acerca de ti pude entender que no sueles contarle muchas cosas, hay falta de confianza entre las dos. Si tu madre fuera mala persona no estuviera aquí acompañándote para saber lo que te sucede. Está preocupada, y lo sabes.

—Mi mamá es muy entrometida.

—Quizás podrá ser un poco imprudente como cualquier madre o padre de familia, pero te aseguro que te ama. Ella sólo quiere saber que estás bien. No sabe nada de ti, por eso es que se ve desesperada por escuchar algo que la ayude a entenderte un poco más. ¿Me permites que ella entre para contarle todo lo que sucede?

Tóxicos: Muy DañinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora