Capítulo 6:
Miradas que declaran guerra.En la hora del recreo se sentía el ajetreo de los estudiantes por todos los pasillos y lugares del colegio. Ya se estaban efectuando las elecciones estudiantiles, y muchos votaban por su candidato favorito. Kimberly estaba completamente segura de que ella ganaría, pero aún así no dejaba de sentirse nerviosa por la situación del momento. Todo podía pasar, pero ella no bajaba la guardia y mantenía sus pensamientos en positivo.
A la distancia Kimberly pudo visualizar a Rafael, quien permanecía sentado en una de las bancas del colegio junto con Gregorio. Ambos platicaban sobre las primeras horas de clases, ya que Gregorio había sacado su libreta para mostrarle algo a Rafael.
Kimberly aún recordaba lo que Rafael le había dicho en el salón de clases, logrando que su molestia incrementara aún más cuando recordaba dicha escena. Ella no podía quedarse tranquila ante los comentarios de Rafael, así que pensaba en la mejor forma de poder darle su merecido a aquél chico moreno.
—Si las miradas mataran Rafael ya estuviera muerto desde hace rato —dijo Jimena, llamando de esa forma la atención de Kimberly —. Deja ya de mirarlo. Él ha volteado a mirarte varias veces, lo cual hace más incómoda esta situación.
—Él no sabe con quién se está metiendo —dijo Kimberly sin apartar la mirada de Rafael —. Se arrepentirá de haberme dicho aquellas palabras. ¿Quién se cree que es?
—A mí me gustaría que se molestara conmigo y luego me diera una lección a punta de besos —dijo Soraya, embobada por el físico de Rafael —. Es que mírenlo, parece un muñeco de carne y hueso. Su piel morena, su cuerpo fornido, su altura, sus labios carnosos, su cabello lacio y negro, su...
—Ya nos quedó claro que te gusta ese mugroso, Soraya —dijo Kimberly, rodando los ojos en expresión de fastidio.
—Pues no culpo a Soraya. Hay que admitir que el chamo es guapo —comentó Merlina, volteando a mirar a Rafael —. Lástima que sea un machista de lo último, eso borra todo encanto de él.
—Es de lo peor —dijo Kimberly —. ¿En serio piensa que una chica no puede ser presidenta estudiantil?
—Es un troglodita, pero guapo —dijo Merlina —. Hay que ignorarlo para no darle tanta importancia.
—¿Así como lo están haciendo las demás chicas en este patio? —preguntó Jimena —Míralas a todas, embobadas por él. Hasta Soraya lo está.
—No es mentira cuando les digo que sí él me pide tener una noche llena de placer yo se la daría —dijo Soraya.
—Cuando yo gane la presidencia le voy a restregar mi victoria en su tonta cara.
—Hermosa, cara —corrigió Soraya.
—Dije tonta, así como lo estás tú ahora —aclaró Kimberly.
—¿Ustedes también le están dando importancia a Rafael? —preguntó Samuel, llegando junto con sus amigos.
—Las muchachas en este lugar parecen hipnotizadas por él —comentó Santiago, mirando a las chicas a su alrededor.
—Es un idiota de lo último —dijo Kimberly, sonando muy molesta —. Espero que su estadía en este colegio sea de lo peor. Yo misma me puedo encargar de eso.
—No me gustó lo que te dijo en clases, amor —comentó Samuel —. Si quieres yo mismo voy y lo enfrento para que no vuelva a hablarte así.
—No, Samuel. Por ahora no. Quiero esperar a que terminen las elecciones.
—Podemos pedirle a José que hable con él, después de todo es su primo —comentó Santiago, logrando que José le diera un golpe en el hombro.
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Tóxicos: Muy Dañinos
Teen FictionColocar a un gato y a un ratón en un mismo cuarto sin salida puede ser mala idea. Rafael y Kimberly son dos personas sumamente tóxicas, a tal punto de que no les importa dañar a los demás. Sus vidas se basan en lágrimas, gritos y diversión. Compa...