Tóxicos: Muy Dañinos

75. Nuevo despertar

Capítulo 75:
Nuevo comienzo.

   Samuel quedó sorprendido por los relatos que algunas personas en el grupo de ayuda comentaban. Desde que decidió separarse de Kimberly pudo analizar mejor todo lo que vivió con ella, aclarando así sus pensamientos sobre los diferentes maltratos que recibió en esa relación.

   Lo que Samuel no pensó es que peores historias de vidas existen en el mundo. Historias relatadas por personas que se pueden llamar valientes, porque para tratar de salir de esos casos hay que aplicar la valentía y determinación en nuestra vida.

   La historia de Samuel tampoco es para desmeritarse; pero escuchando otros testimonios de vida él pudo entender que peores casos de maltratos existen en el mundo, lo cual es muy lamentable y bastante triste.

   Desde hace unos cuantos años atrás ha existido esa rivalidad con Rafael y sus amigos, una rivalidad que se ha evidenciado mejor en la cancha de fútbol.

   Lograr escuchar el pequeño testimonio de Mariano hizo que Samuel tomara unos minutos para pensar, recordando así aquellas fiestas donde coincidían. Rafael, Mariano y Kendrick mantenían una amistad bastante unida, hasta que las mismas drogas hicieron que esa amistad se fracturara. Es descontrol se apoderó de ellos, y es por eso que hubo un daño. La escena de Kimberly junto con Kendrick, ambos desnudos y en una misma cama, debió de ser muy dura para Rafael. Tanto así que nunca pudo perdonar a Kendrick por tal error.

   Mariano se lamentaba por la muerte de su amigo, hasta logró confesar tener miedo de poder terminar como él. Sabía que las drogas y el alcohol sólo le estaban absorbiendo su energía, pero eran los únicos métodos que pudo encontrar para olvidar por unos minutos sus incómodas peleas con su papá.

   Ese lado vulnerable de Mariano era totalmente desconocido para Samuel. Ahora entiende mejor aquellos momentos cuando Jimena le hablaba con buenas referencias de Mariano. Ella había entendido la historia del chico, comprendiendo perfectamente sus defectos, virtudes, caídas y avances.

—¿Cómo te sentiste hoy en tu primera vez con nosotros, Samuel? —le preguntó Josué, la persona encargada de llevar la sesión grupal, una vez que todos se levantaron para irse.

—Bien. Creo que en las siguientes sesiones podré hablar mejor de mi situación. Lo que sí me sorprendió fue la cantidad de historias fuertes que tienen las personas que vienen aquí.

—Créeme que a mí también, pero luego me alegro cuando vuelven a retomar sus vidas.

—Yo espero mejorar la mía.

—Ya verás que sí —dijo Josué, mirando luego que Mariano ya se iba del lugar sin poder despedirse —¡Mariano, espera! —lo detuvo Josué, haciendo que Mariano suspirara profundo para después voltearse a mirarlo.

—Perdón por no despedirme, es que ya quería salir para saber si mi papá estaba afuera —dijo Mariano, caminando hacia Josué y Samuel.

—Entiendo, pero por lo menos dime qué te pareció la reunión de hoy.

—Al principio me costó hablar sobre mi situación, pero creo que me sirvió un poco hacerlo. No conté más cosas porque... aún no siento en decirlo.

—Y es complemente comprensible. Ustedes dos apenas llegaron hoy, es muy normal que quieran evitar ciertos temas si aún no se sienten en confianza para hablarlos. A pesar de eso, quiero felicitarlos porque por lo menos pudieron abrirse un poco al grupo. No todos los que llegan aquí suelen hacer lo que ustedes hicieron hoy. Hay veces que hasta esperan muchos meses para hablar. Ustedes contaron buenos detalles de sus vidas, y eso se agradece. Aquí no estamos para juzgarlos, recuerden que todos tenemos problemas similares.