59. Más confianza

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Capítulo 59:
Más confianza.

   El día del juego entre el colegio Brito Correia y el colegio Coronado había llegado.

   Para Rafael fue de mucha nostalgia volver a tener estiramientos en la cancha del colegio Brito Correia antes de un partido, pero esta vez no para defenderlo sino para jugar en contra.

   Los estudiantes del colegio no dejaban de susurrar cosas sobre él, ya que no lo perdían de vista. Para todos era extraño verlo en otro equipo, con un uniforme muy diferente al que antes usaba. Rafael notaba esa atención, y eso le agradaba.

   Los ojos del moreno no dejaban de mirar a Samuel a la distancia, quien muy feliz le sonreía a Raquel desde las gradas.

   Rafael no quiso dejarse llevar por la rabia, así que trataba de contenerse para no perder el control.

   Sus celos no podían ocultarse en su rostro, el cual reflejaba con claridad lo que internamente sentía.

—Ahora eres el enemigo, vaya giro inesperado.

   La voz de Kendrick llamó la atención de Rafael, quien volteó para mirarlo.

—¿Tú qué quieres? Largo de aquí.

—Hey, tranquilo, amigo.

—No me digas amigo porque ya no lo eres desde que te metiste con Kimberly y drogaste a Rodolfo. Te recuerdo que aún no me desquito por eso, Kendrick.

—¿Aún sigues con esa historia, Rafael? Ya supéralo.

—Lo voy a superar cuando te castigue por lo que hiciste.

—¿Esa misma rabia la vas a mostrar aquí en la cancha? Sabes que cuando estás molesto no juegas bien.

—Ya verás que meteré muchos goles y tú no podrás detenerlos.

—Sabes que soy un buen portero, Rafael. Será muy difícil para ti.

—Ahora que yo no estoy te sientes la estrella de aquí, ¿no es así? Pues te diré algo: Hoy te voy a humillar.

—Eso lo veremos —dijo Kendrick, sonriendo con diversión para luego volver con su grupo de compañeros.

—¿Todo bien, Rafael? —le preguntó José a su primo, llegando hasta su lado.

—No debemos de perder, José. Hay que demostrarle a ese idiota que sin mí ese equipo no es nada.

—Veo que es algo personal.

—Demasiado. Deben de dejar que yo sea el que meta los goles, ¿de acuerdo?

—Ya hay una estrategia, Rafael.

—Una estrategia donde se luce más Samuel que yo.

—Sabes bien que cualquier cosa puede pasar en la cancha, sólo hay que estar atentos al balón.

—Yo necesito demostrarle a Kendrick y a este colegio que sin mí no son nada.

—Bájale un poco a tu ego, Rafael. Creo que mejor...

—Ya olvídalo. Tengo que hablar con el entrenador antes de que todo esto comience —dijo Rafael, pasando por un lado de José con mucha molestia.

   El orgullo de Rafael no lo dejaba pensar con claridad, logrando que su arrogancia lo cegara por completo.

   Perder en el colegio donde fue muy conocido no es una buena opción, por ende quiere ganar siendo él la estrella principal.

   Rafael tiene el deseo de que todos se arrepientan de no tenerlo más en el colegio, sobre todo su antiguo entrenador y la directora, así que no se cansaría hasta lograrlo en la cancha.

Tóxicos: Muy DañinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora