24. Duro descubrimiento

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Capítulo 24:
Duro descubrimiento.

   Raquel platicaba con Luis en el salón de clases antes de que llegara el siguiente profesor al salón. La alegría de la chica se reflejaba evidentemente en su rostro, y dicha alegría Luis no la compartía.

—¿Volver con Rafael? ¿Te volviste loca, Raquel?

—Creo que estoy haciendo lo correcto, Luis. Ya tuve mi tiempo para sanar, así que creo que es conveniente volver con Rafael.

—¿Estás segura que sanaste muy bien tu corazón?

—El recuerdo del engaño de Rafael es muy desagradable; pero ya es momento de yo volver con él. Lo amo, Luis. Él y yo no podemos estar tanto tiempo separados.

—Te escucho y no te creo. ¿De verdad eres tan ingenua, Raquel? Si decidí volver a hablar contigo es porque en realidad quiero ayudarte; pero me la pones difícil, amiga.

—Me molesta que ni tu, ni Fiorella, ni Cristina estén de acuerdo conmigo.

—Lo que te aconseja Fiorella acerca del perdón está bien porque así dejas ir malos sentimientos; pero de allí a volver con lo mismo ya es demasiado, ¿no crees?

—Luis...

—Entiende de una vez que Rafael no va a cambiar, Raquel. Él seguirá siendo el mismo patán que es.

—Buenos días, muchachos. Espero que estén preparados para pasar a la pizarra para escribir algunas cosas —saludó el profesor, acercándose al escritorio para dejar su maletín.

—Hablamos en el recreo, necesito hacerte entrar en razón sea como sea —le informó Luis a su amiga, volteándose en su asiento para mirar hacia la pizarra.

   Raquel no estaba dispuesta a abandonar tan fácilmente a Rafael. Su amor por él es muy grande, y está segura que él no volverá a cometer el mismo error. Está dispuesta en creer en el cambio y las palabras del chico, quien ya está esperando volver a estar con ella.

   Siguiendo con el ambiente de las elecciones presidenciales, todos en el colegio aún seguían sorprendidos por el cambio de Kimberly. Nadie se esperó que ella tuviera ese cambio radical en su cabello; pero ella se encargaría de aclarar las dudas y preguntas que muchos de los presentes se repetían en su mente.

—Bien, creo que es momento de que las dos candidatas digan el por qué quieren que voten por ellas —informó el director por micrófono —. Empezamos contigo, Kimberly.

—Perdone, director; pero yo no pude responder completamente la pregunta de Nayeli —intervino Jimena —. Creo que se me debería de dar la oportunidad de responder.

—Que lo haga para que después no diga que hay preferencias por mi —dijo Kimberly, cruzando luego sus piernas.

—Bien, entonces termina de responder la pregunta de Nayeli —le pidió el director a Jimena.

—Gracias, director. Creo que la mayoría de las personas en este colegio conocieron mi amistad con Kimberly. Pues sí, yo fui una de sus amigas. Jamás me le quedé callada cuando la veía hacer cosas malas, y todo por querer cuidarla. Si decidí revocarla de la presidencia estudiantil es porque no se me hizo justo que ella quedara en un cargo muy importante cuando también cometió errores. Frank no fue el único que cometió errores, ya que Kimberly también cometió varios. Aunque ella no lo crea yo le tengo mucho cariño, y por esa amistad que tuvimos por años he callado muchas cosas de las cuales estoy segura que si hablo de más la dejaré muy perjudicada —comentó Jimena, volteando luego a mirar a Kimberly —. Yo no te envidio, Kimberly. Jamás he querido ser como tú, y espero nunca llegar a serlo. No se me hizo justa tu victoria frente a Frank, y por eso he venido a darte revancha. Si crees que tienes a todo el colegio contigo pues perfecto, asumiré mi derrota de ser así.

Tóxicos: Muy DañinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora