64. Detalles

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Capítulo 64:
Detalles.

   Sentado en una de las sillas de la iglesia, Samuel leía un pasaje de Biblia mientras rascaba su cabeza. Aún no entendía muchas cosas que leía, pero trataba de contextualizar todo para no quedar como un desentendido.

   Toda esta situación de la iglesia y las cosas de Dios es nuevo para él, pero de cierta manera le ha gustado. Desconocía algunos textos de la Biblia que bien pueden servirle para su vida si lo toma con fe, pero ahora los conoce a través de la lectura.

   Raquel, por otro lado, es la que más ha podido comprender los textos de la Biblia, analizándolos de una manera que incluso llega a sorprender a Fiorella y Edwin. Además de eso, los sabe retener muy bien en su cabeza, ayudándola así a recordarlos en momentos donde más los necesita.

   Samuel ha puesto de su parte, aunque se le haga un poco difícil, pero no desiste en intentar comprender los textos Bíblicos para así guardarlos en su corazón y agradar más a Dios.

—¿Problemas con la lectura? —preguntó Edwin, sentándose a su lado con una sonrisa en su rostro.

—No estoy entiendo nada, Edwin.

—Estás leyendo 1 Crónicas, justo su comienzo. Hasta para mí es complicado entender la cantidad de descendientes de los hijos de Israel —le dijo Edwin luego de mirar lo que Samuel leía.

—Son demasiados nombres extraños.

—Son temas tediosos, y más para personas como tú que se les hace complicado entender algunos textos de la Biblia —le dijo Edwin, quitándole la Biblia a Samuel para buscarle otros libros —. Empieza leyendo el evangelio de Juan, poco a poco. No te apresures a terminarlo en un día. Dale tiempo a la lectura y verás que irás entendiendo todo sin forzar nada.

—Quiero impresionar a Raquel. Ella no ha tenido problemas con la lectura. Siempre me habla tan bonito que me hace ver a mí como un tonto, un bruto.

—Sé que al principio puede ser muy complicado para muchos, pero sólo es cuestión de tiempo y paciencia.

—Cosa que yo no tengo.

—Pero puedes aprenderlo, acercándote más a Dios para comprenderlo. La mayoría de las veces no sabemos el porqué de las cosas y por eso nos desesperamos, pero Dios lo sabe todo. Sólo hace falta tener calma para saber entenderlo a través de su palabra.

—Todo esto es extraño, Edwin.

—¿Qué cosa?

—Esto que estoy viviendo ahora. Nunca pensé estar asistiendo a una iglesia mientras trato de entender la Biblia. Llevo varias semanas en esta actividad y... no lo sé, jamás lo pensé. Hace meses yo estaba sumergido en otras cosas, y ahora...

—Ahora estás conociendo la vida con Dios —habló Edwin —. Aún no has dado el paso de seguir a Jesús, pero estás aquí como oyente. Hay una parte en tu corazón que te dice que lo necesitas.

—¿Pero no dice la Biblia que engañoso es el corazón?

—Más que todas las cosas; pero quien lo conoce a plenitud es Dios —confirmó Edwin —. Tus deseos podrán decir una cosa, pero sólo Dios sabe si son de verdad o no ya que él conoce perfectamente tú corazón. Quizás lo que decimos por nuestra boca no sea verdad, y eso Dios lo sabe. Como también puede saber que lo que decimos es verdad, aunque nosotros lo neguemos miles de veces. Dios sabe que tú anhelas conocerlo un poco más, Samuel. Lo demuestras al seguir viniendo a la iglesia.

—¿Así yo siga bebiendo alcohol?

—Sólo él sabe la disposición que tú guardas en tu corazón para acabar con esa lucha. Él sabe que estás poniendo de tu parte, aunque se te haga difícil.

Tóxicos: Muy DañinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora