Prólogo

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   Los polos opuestos se atraen, y los iguales se repelen. Cuando los iguales tratan a la fuerza de atraerse, pueden provocar problemas.

   Un romance tóxico jamás se puede tomar como algo sano. Es un desenfreno que no modera los comportamientos.

   Rafael y Kimberly son dos personas que no miden sus palabras y sus acciones. Para ellos todo debe de hacerse como lo exigen, y si así no sucede pues las cosas pueden empeorar.

   El chico de los cigarros y la chica más presumida del salón es un cliché muy básico, tal es el caso de esta peculiar pareja. Un día Rafael llegó al colegio, y su amargura e indiferencia provocó que algunas chicas sintieran cierta atracción por él. Es algo extraño de entender; pero así se sentían algunas chicas cada vez que lo veían. Kimberly también fijó su mirada en él; pero a diferencia de las otras chicas, ella no le agradó para nada Rafael, simplemente lo odiaba. Aquella respuesta de Rafael produjo mucha molestia en Kimberly cuando la chica le animó a votar por ella en las elecciones presidenciales del colegio, logrando que las actitudes tóxicas de ambos empezaran a reflejarse con más lucidez.

   El drama y los problemas van de la mano en esta historia, creando un caos que traerá consecuencias.

   Mateo 15:11 dice: Lo que contamina al hombre no es lo que entra por su boca. Por el contrario, lo que contamina al hombre es lo que sale de su boca.

   Lo que salga por nuestra boca reflejará cómo está nuestro corazón, y en esta historia se reflejará que los corazones de Rafael y Kimberly están Tóxicos.

Tóxicos: Muy DañinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora