Capítulo 13:
¿Nuevo aliado?.La hora del recreo iba avanzando, faltaba poco para que culminara. Algunos estudiantes ya estaban empezando a ingresar en los salones de clases, ya que a tan solo unos diez minutos terminaría el periodo de recreo. Algunos seguían desayunando con toda calma, mientras que otros seguían hablando con mucha alegría sobre cosas que los hacían divertirse.
En un salón vacío se encontraba Rafael, quien mirando por varios segundos su celular estaba empezando a sentirse inquieto. No quería que acabara la hora de recreo sin antes haberse visto a escondidas con Kimberly, quien le había escrito por mensaje para encontrarse en dicho salón. La chica tardó unos cuantos minutos, pero pudo llegar y cumplir con su promesa.
Rafael corrió inmediatamente hacia ella, mostrando una divertida sonrisa para luego tomarla por la cintura y empezar a besarla en los labios.
—Pensé que no vendrías —le comentó él mediante el beso.
—Ya noto que no puedes vivir sin mi. Me encanta eso —dijo ella, sintiéndose internamente feliz.
—No te hagas ilusiones, mugrosa. Deseaba verte porque me encanta esta historia a escondidas, y más cuando sucede en el colegio —dijo él, tomándola luego por sus muslos hasta poder cargarla. Kimberly rodeó sus piernas alrededor de Rafael mientras lo seguía besando, sintiéndose muy fascinada por lo que estaba haciendo.
—Debí dejarte plantado en este lugar. La reacción que tuviste frente a mis amigas no fue la mejor, mugroso.
—Lo hice para hacerte molestar, cosa que me encanta hacer —dijo él, esta vez besándola en el cuello.
—Mi amiga Soraya está muy ilusionada contigo. De hecho quiere tener una aventura pasional a tu lado.
—¿En serio? Eso me encanta.
—Eres un mujeriego de lo último —le comentó Kimberly, tomándolo por su cabello para así alejarlo por unos segundos —. No puedo creer que hasta pienses en querer tener algo con una de mis amigas.
—¿Celosa?
—Para nada —negó ella, empujándolo muy fuerte para luego alejarse de él y cruzarse de brazos.
—Vamos, mugrosa. No dañes el momento. No te debe de importar con quién yo estoy, simplemente disfrútame cuando puedas.
—Eres un arrogante de lo peor. Ni que fueras la gran cosa.
—Estoy seguro que para ti lo soy.
—En tus sueños, mugroso.
—Y en ellos también me divierto muy bien contigo —confesó Rafael, volviendo a acercarse hacia Kimberly para luego seguir besándola en el cuello.
Kimberly sonreía al sentir los labios de Rafael en su cuello, entendiendo que el chico estaba loco por querer tener intimidad con ella. Sus ojos se cerraron por unos segundos para disfrutar lo que estaba sintiendo, haciéndose la dura para querer desordenar más los deseos de Rafael; pero cuando la puerta del salón se abrió en un rápido movimiento no dudó en empujar a Rafael para alejarlo, pudiendo así respirar mejor y pasar sus manos por su cabello.
Para Kimberly fue mucha sorpresa el mirar a Gregorio, quien fue la persona que entró rápidamente al salón. El chico captó lo que estaba ocurriendo, sintiéndose mal por lo que ellos le estaban haciendo a Raquel y Samuel.
ESTÁS LEYENDO
Tóxicos: Muy Dañinos
Teen FictionColocar a un gato y a un ratón en un mismo cuarto sin salida puede ser mala idea. Rafael y Kimberly son dos personas sumamente tóxicas, a tal punto de que no les importa dañar a los demás. Sus vidas se basan en lágrimas, gritos y diversión. Compa...