Capítulo 42:
Cita dobleSamuel buscaba con la mirada a Santiago por cada rincón del colegio para poder hablar con él, y una vez lo vió con José en los vestidores cerca de la cancha decidió por acercarse hasta él para poder hablar.
Santiago estaba molesto con todo lo que se había enterado de Merlina, sin poder creer que haya jugado con él durante todo este tiempo. Tal parece que no le importó para nada lo que él sentía, fingiendo un falso amor hacia él porque de eso se trataba su juego.
La tensión aún se podía sentir en el aire, y José lo comprobó cuando miró a Samuel ingresar a los vestidores.
—Santiago, lamento mucho lo que pasó. Aún no puedo creer que Merlina haya jugado con todos de esta manera, sobre todo contigo —le dijo Samuel, tocando el hombro derecho de su amigo quien estaba de espalda.
—Supo acercarse a mi para obtener información sobre ti —comentó Santiago, levantándose para voltearse y mirar a Samuel —. Ahora entiendo la razón por la que preguntaba cosas sobre ti. Me decía que era por mera curiosidad, y ahora está más clara la realidad.
—Bueno, quizás no sea necesario mencionarlo; pero les pido que por favor no haya una fractura de nuestra amistad por esto que está pasando —intervino José en medio de ambos —. Somos hermanos, que no se les olvide.
—Por mi parte todo está bien —aclaró Samuel.
—Yo quiero mi tiempo para pensar —pidió Santiago —. Todo esto no me resulta para nada agradable.
—Hermano, te prometo que en ningún momento estaría con Merlina. Es tu ex novia y sé que aún sientes algo por ella. Además, sabes muy bien que quien me sigue gustando es Kimberly.
—Lo sé, Samuel, lo sé. Sólo... Déjenme pensar bien todo esto —pidió Santiago, marchándose luego de los vestidores. Samuel quiso seguirlo, pero José lo detuvo inmediatamente.
—Es mejor darle su espacio, amigo.
—No quiero que se imagine cosas que no son, José.
—Déjalo. Créeme que sabrá entender todo después de que su mente se enfríe.
Samuel no quiere que su amistad con Santiago se arruine por un juego que planeó muy bien Merlina todo este tiempo. Entiende que debe de estar muy molesto y desilusionado después de haber invertido energías y atención en alguien que nunca lo quiso de verdad; pero mucho más al saber que esa persona siempre le ocultó su verdadero gusto con uno de sus mejores amigos.
Soraya había detenido a Jimena cuando Samuel ingresó a los vestidores, ya que sabe que ellos deben de conversar a solas sin que nadie los interrumpa. La situación que están pasando es incómoda y llena de sorpresas, así que Jimena debía de guardar un poco de tiempo para esperar a que Santiago pueda hablar con Samuel.
—Merlina no debió de haber jugado con Santiago de esta manera. Si no quería nada con él pues nunca debió de ilusionarlo con una falsa relación. Él sí se enamoró de verdad, eso se notaba en sus ojos —comentó Jimena, cruzándose de brazos mientras esperaba en una esquina de la entrada de los vestidores.
—Nunca tuvo el valor de decirle a Samuel lo que sentía por no querer tener problemas con Kimberly en su momento —dijo Soraya —. Le mintió a todos, esa es la verdad.
—Santiago es un chamo increíble. Siempre fue muy analítico y cuidadoso con las chicas con quien se involucraba. En esta ocasión no sé qué fue lo que le ocurrió, pero lo que sí es un hecho es que no pensó bien lo que hacía. Creo que esta vez se dejó llevar más por el aspecto físico que por el comportamiento de Merlina.
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Tóxicos: Muy Dañinos
Ficção AdolescenteColocar a un gato y a un ratón en un mismo cuarto sin salida puede ser mala idea. Rafael y Kimberly son dos personas sumamente tóxicas, a tal punto de que no les importa dañar a los demás. Sus vidas se basan en lágrimas, gritos y diversión. Compa...