45. Un mejor camino

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Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas.
–Proverbios 3:5-6–

Capítulo 45:
Un mejor camino.

   Raquel se encontraba absorta en sus pensamientos luego de haber mirado todo a su alrededor. El ambiente de alabanza y ahora el de adoración la había puesto a pensar en lo que está pasando en su vida y en cómo ha dejado a Dios en un segundo plano.

   Muchas de las personas que se encontraban en la iglesia cantaban a Dios de una manera muy especial, como si fuera todo para ellos. Algunos lloraban, otros simplemente cantaban; pero lo que transmitían era una simple cosa: Debilidad. Pero una debilidad hacia Dios, hacia su presencia en sus vidas. Todos estaban agradecidos de lo que Dios ha hecho con ellos y hasta dónde los ha mantenido en la actualidad, y cada una de esas palabras de agradecimientos eran escuchadas por Raquel.

   Desde pequeña siempre sufrió la burla de aquellos que le recordaban una y otra vez que era fea. Su autoestima ha sido afectada incluso hasta ahora, luchando con los diferentes comentarios despectivos de Rafael hacia ella.

   Fiorella, en este momento, es una de las tres personas que está cantando en el coro. Los ojos de Raquel se posaron en su prima por unos segundos, recordando lo fuerte que ha sido ella durante todos estos años. Son muchas las lágrimas que Fiorella ha dejado escapar a causa de los problemas con sus padres, y aún también por aquella vieja relación que mantuvo con un chico que la maltrataba. Esos fueron años muy duros para Fiorella, hasta que decidió abrir sus ojos para darse cuenta de la vida que estaba teniendo. Aquél chico con el que estaba sólo la hacía sentir peor en su vida, y fue justo su cercanía con Dios lo que le hizo pensar en eso. Es por esa razón que Fiorella le ha aconsejado muchas cosas a Raquel, ya que sabe muy bien lo que es permanecer en una relación tóxica y no poder salir tan fácil de eso.

   Recordar aquellas malas palabras e insultos de Rafael hizo que Raquel dejara escapar unas pequeñas lágrimas de sus ojos, poco a poco analizando que ha sido muy maltrata por él durante todo este tiempo.

   Las veces en que ha querido tomarse un tiempo para ella han sido perturbadas por los diversos problemas que han ido surgiendo con el tiempo entre ella y Rafael. Son momentos donde la culpa la acompaña, señalándola una y otra vez por no hacer las cosas como le gusta a Rafael. De cierta manera se llega a sentir culpable por no ser una buena persona para él, contando sus miles de errores que la hacen ver como la mala del cuento.

   Tan solo son pequeños momentos cuando ella piensa que él puede ser el error, y la mayoría de la veces cuando va a confrontarlo termina cayendo en las manipulaciones y encantos de él.

—¡Amén!

   Los pensamientos de Raquel fueron interrumpidos cuando la voz al unísono de la mayoría de las personas en la iglesia se escuchó, seguido de unos cuantos aplausos y agradecimientos a Dios.

   El momento de adoración había acabado, y esta vez el pastor de la iglesia ya se había posicionado sobre el escenario. En su mano llevaba su biblia, la cual dejó reposar en el púlpito frente a él. Le agradeció a los músicos que estaban detrás de él y les pidió que se unieran junto con los demás presentes, logrando así quedar solo en el escenario.

   Una pequeña oración de agradecimiento se logró hacer antes de volver a sentarse en las sillas, así que después de esa oración cada quien se sentó para poder escuchar la enseñanza que el pastor había traído con respecto al tema de la noche: la familia.

Tóxicos: Muy DañinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora