Capítulo 53:
Una noticia inesperada.Jimena estaba concentrada realizando un trabajo investigativo en su laptop, el cual debe de entregar el día martes en la clase de biología. No quería esperar a que sus actividades se le acumulara, así que por esa razón está adelantando el trabajo, que de por sí es un poco largo y tedioso.
Por breves momentos se desconcentraba para responder los mensajes de Frank, quien muy interesado le escribía para conversar con ella.
En el último mensaje que él le escribió nombró una invitación a comer hamburguesas, pero Jimena simplemente lo dejó en visto.
Ella ya se estaba cansando de sus insistencias a salir, ya que esta no es la única vez que le ha ofrecido salir. Tal parece que se le olvidó aquellas palabras que ella le dijo, tanto a él como a Mariano, dejándole claro que no se ilusione con ella porque sus ojos y atención están colocados en otro chico.
Quizás Santiago aún no ha volteado a mirarla con otros ojos por el amor que siente por Merlina, pero Jimena no pierde la esperanza de que él pueda reaccionar ante todo lo que está viviendo. No pierde esa ilusión de poder estar con él.
Y sí, vendría siendo el mismo caso. Ella está actuando como Frank en no querer olvidarla, pero la diferencia es que ella no está siendo insistente con Santiago por mensajes y llamadas.
Jimena quiso tomarse un pequeño descanso al estar por varios minutos frente a la pantalla de su laptop, así que se levantó de la silla para salir de su habitación y dirigirse hacia la cocina a buscar un vaso de agua.
Antes de llegar pudo encontrarse a su mamá leyendo un libro en la sala. Llevaba colocado sus lentes de lectura y un vaso de jugo yacía sobre el brazo del sofá. Estaba tan concentrada en la lectura que no se dió cuenta que su hija la estaba mirando, pero luego de unos segundos logró percatarse de su presencia.
—¿Pasó algo, hija?
—No, es que me alegra que estés bien involucrada en las actividades que la psicóloga te mandó a hacer.
—No me toca más que hacerlo. De hecho acabo de recordar mi gusto por la lectura, hacía tiempo que no lo hacía.
—¿Qué libro lees?
—Las crónicas de Narnia, es el primero de la saga.
—¿Ese no estaba en mi habitación?
—Ay sí, se me olvidó decírtelo que lo había tomado prestado.
—Tranquila, mamá. No pasa nada. En mi pequeño estante de libros también tengo los demás de la saga, por si quieres continuarla.
—Claro que quiero. Este libro me está gustando mucho. Creo recordar que de esto hubo una película, ¿cierto?
—La has visto miles de veces conmigo, mamá. Pero no te preocupes, cuando termines de leer el libro podemos volver a ver la película para que la recuerdes.
Miriham iba a pronunciar unas palabras para responderle a su hija, pero al escuchar el teléfono de la casa sintió cómo su corazón se detuvo por un segundo en su pecho. Tanto ella como Jimena voltearon a mirar el teléfono, cruzando algunas miradas para poder estar tranquilas ante la situación.
Miriham cerró el libro y lo dejó en la pequeña mesa de vidrio que yace en medio de los sofás, sintiendo ganas de levantarse para ir corriendo a tomar el teléfono.
ESTÁS LEYENDO
Tóxicos: Muy Dañinos
Teen FictionColocar a un gato y a un ratón en un mismo cuarto sin salida puede ser mala idea. Rafael y Kimberly son dos personas sumamente tóxicas, a tal punto de que no les importa dañar a los demás. Sus vidas se basan en lágrimas, gritos y diversión. Compa...