A pesar de llevar el mismo apellido, no era para nada parecida a su familia.
Alnitak Black conocerá a esa parte de la familia, que despreciaron a su abuelo por nacer diferente, cuando ella entre a Hogwarts, pero no todos ellos son despreciables, en...
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Si pensar que convertirse en animagos ilegales era lo más riesgoso que iban a hacer en sus vidas, es porque realmente no sabían nada de la vida en ese momento.
En el momento que James acepto reunirse con los lideres de la Orden, sabía que todo cambiaría, pero no se arrepentía, ¿Cómo iba a hacerlo? Cuando eso significaba que podía ayudar a personas inocentes, evitar que, quizás no todas, pero si a algunas desaparezcan o mueran, como cada mañana en el profeta han aparecido en las primeras páginas.
No le dijo a sus padres lo que haría, porque sabía que le dirían que no, que era muy riesgoso, por eso les contaría lo más que pueda sobre la Orden una vez que esté dentro por completo.
Y aunque por un momento pensó en aceptar la oferta de Dumbledore de salir y fingir que no habían ido ahí, de no involucrarse, más por la poca información que les habían dado, sobre que no dudarían en torturarlos si los atrapaban, que la muerte los estaría acompañando en cada misión, James decidió mantenerse firme en su decisión.
No eran muchos los miembros de la Orden, pero los que era, en definitiva, serían una gran ayuda. "yo quiero ayudar", era lo único que pensaba y lo que no le hizo dar un paso atrás.
Ninguno lo hizo.
Cuando la reunión terminó, todos salieron de la casa y se despidieron, cada uno tenía sus propios planes para esa noche, así que James caminó junto con Lily.
—Bien, ahora, olvidemos un poco esto —dijo mientras extendía su mano a la pelirroja, que no dudo en aceptarla, aunque aun no sabía a donde la llevaría.
—¿Me vas a decir ahora sí a donde vamos? —preguntó, pero James solo negó con la cabeza, tomando con un poco más de fuerza su mano y desapareciendo del lugar.
Cuando volvieron a aparecer, la calle estaba iluminado por farolas que le daba un aire mágico y elegante. Lily miraba todo a su alrededor, sin querer soltar la mano de James, que estaba fascinado por verla, sus ojos brillaban de una manera muy bonita.
La llevaría a un hermoso restaurante que su padre le había recomendado. Para Lily era el lugar más hermoso que había visitado; era al aire libre, un jardín con un clima cálido a pesar de lo fresco que es la noche, con flores que adornan el jardín y emitían un brillo de diferentes colores, pequeñas criaturas que no había antes, pero que sin duda son muy hermosas volaban de aquí para haya. Pequeñas Hadas, que a pesar de su naturaleza, estaban lo bastante tranquilas volando con humanos tan cerca.
Lily le pidió no hablar sobre las academia ni sobre la Orden y James estuvo de acuerdo sin problemas. Hablaron de cualquier cosa, mientras cenaban con tranquilidad, sin preocupaciones, solo dos novios disfrutando de la compañía del otro y la hermosa vista del lugar.
Rato después, caminaban por la calle adoquinada con los faroles flotando suavemente sobre sus cabezas y las pocas tiendas que seguían abiertas brillaban con luces cálidas. Muchas otras parejas caminaban de la mano o abrazadas. James y Lily no fueron la excepción.
