080: NO SON SOLDADOS

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-Remus-

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-Remus-


Siempre he sido creyente en que cuando las cosas están saliendo bien, algo malo va a pasar.

Las cosas iban bien en la manada, no había levantado ninguna sospecha, todo lo había hecho de la misma manera con la que hacía las bromas en el colegia: con cuidado y cuidando cada mínimo pasó, cada detalle.

Pero esto no era una simple broma a los de Slytherin, no era el colegio y no tenía a mis amigos ahí. Era yo solo, en una misión que desde el principio resulto ser suicida, en un ambiente peligroso. 

Ya pasaron tres días y aun sigo escuchando el grito de dolor que soltó Cecil cuando las garras de Greyback le arrancaron la garganta a su madre, aun puedo sentir esa descarga de adrenalina y furia que me recorrió cuando vi a la mujer caer al suelo desangrándose, y el miedo cuando llevaron a Alanna para hacer lo mismo. 

Hablé con Dumbledore y Alastor para encontrar a Cecil, y sé muy bien que es una misión suicida, pero teníamos que intentarlo, y como se lo dije a Alni y Sirius, no es solo por ella, es por aquellos que estuvieron dispuestos a venir a nuestro lado, para demostrarles que no fueron solo promesas vacías, que si íbamos a cumplir con ayudarles y darles una mejor vida, lejos del miedo.

En dos días iríamos, dos días en lo que me dijeron que descansara y dejara terminar de sanar mis heridas. 

Y también estaba el asunto de Alanna. Estos días se a quedado conmigo, en la casa con mis padres, duerme en mi habitación, porque no se siente en confianza todavía y porque no a podido dormir bien, despierta a mitad de la noche muy alterada y no la culpo, primero su familia y ahora la madre de Cecil, a quien ya empezaba a quedar como a una abuela. 

Ahorita está afuera, en el jardín con mi madre, con un bonito vestido azul que le compró ayer, y aunque Alanna sigue estando callada con ella, se acerca más y le ayuda con lo que pide. Yo estoy sentado en la mesa del comedor, viendo la invitación de la boda de James y Lily.

Es hermosa y había llegado un día antes de que pasara todo en la manada, y es solo para mis padres, porque, en primera, dijeron que no era necesario darme una invitación y en segunda, si lo hacían, llegaría al departamento de Sirius, porque había tomado la decisión de sí mudarme con él, así como Alni también lo había hecho, solo que ahora, con Alanna... no sé que hacer.

—Te llegó esto —me dice papá dejando frente a mi una carta de parte de Kingsley.

La abro y comienzo a leer. No dice mucho, pero lo poco que dice me hace levantarme de golpe y apretar el puño con fuerza. 

𝘼𝙡𝙣𝙞𝙩𝙖𝙠 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠// É𝙥𝙤𝙘𝙖 𝙈𝙚𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora