A pesar de llevar el mismo apellido, no era para nada parecida a su familia.
Alnitak Black conocerá a esa parte de la familia, que despreciaron a su abuelo por nacer diferente, cuando ella entre a Hogwarts, pero no todos ellos son despreciables, en...
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-Alnitak-
Es imposible creer que ya ha pasado un mes.
Un mes desde que tomamos la decisión de unirnos a la Orden y cada día desde entonces ha sido un reto por cumplir.
Bueno, entre la Orden y la academia, debo de ir que si es agotador, pero eficaz. El entrenador Emeric es también miembro de la Orden, por lo que sus clases de combate en la academia nos dan un plus dentro de la Orden.
También fue una sorpresa saber que nosotros no somos los únicos que decidimos luchar está guerra; Fabián y Gideon Prewett, Alice Fortescue, Frank Longbotton, Roger Snow (a quien claramente ignore y mis chicos quisieron golpear porque ya saben lo que me hizo) y Emmeline Vance son algunos rostros que reconocí de inmediato y si que me sorprendieron ver aquí.
En especial a esta última, de quién me acuerdo que Regulus me había dicho que había una gran posibilidad que se comprometerían porque los padres de ambos así lo querían, por lo que no dude en acercarme a ella en un momento donde todos, en especial Sirius, estaban distraídos, y no pude evitar preguntarle.
—Si iba a pasar, pero Regulus ya no asistió este año a la escuela porque... ya sabes lo que hizo, y la verdad, mis padres solo querían el matrimonio por el dinero, pero no pensaban unirse a ya sabes quién y yo tampoco me iba a casar con un seguidor suyo.
Fue lo que me contestó sin mostrarse grosera o mostrar alguna especie de asco o repulsión por la decisión de mi primo, más bien parecía algo afligida de que haya decidido ese camino.
Lo que no me gustó saber fue que no regresará este año, su último año, a Hogwarts y eso lo confirme con Dumbledore, quien me dijo con voz suave, inclusión llegó a decir que aún podía ayudarlo, pero la cuestión es ¿Cómo?
Pero las practicas no me dejan pensar en una posible —aunque tal vez fallida— solución, tampoco es como sí pudiera encontrarme con Regulus tan simple como lo era en el castillo. Hablarlo con Sirius no es una opción. La otra vez apenas mencione su nombre y rápidamente me cambio de tema.
Pero en fin. Algo se me ha de ocurrir, aunque sea para verlo.
Termino de bajar las escaleras hasta la sala donde están reunidos las mayoría de los de la Orden, Remus viene atrás de mí y los demás ya están esperando junto a la pared. Mientras nos acercamos, miro al otro lado, encontrándome con la mirada de Bastian, que me saluda de manera discreta y yo le regreso el gesto con media sonrisa.
Cosa que se da cuenta Sirius y apenas me acerco a ellos por completo, me toma de la cintura y me besa de una manera que deja claro en "es mía".
