A pesar de llevar el mismo apellido, no era para nada parecida a su familia.
Alnitak Black conocerá a esa parte de la familia, que despreciaron a su abuelo por nacer diferente, cuando ella entre a Hogwarts, pero no todos ellos son despreciables, en...
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Todo el asunto del posible espía no ha hecho que las reuniones posteriores en la Orden sean muy pacificas, y menos cuando Dumbledore aviso a Edgar Bones que tuviera cuidado, porque al parecer, él y su familia también estaban bajo la mira ya. Esa información había sido entregada por Alnitak, y ese era otro tema.
James seguía... molesto con su prima, porque no les quiso decir a ellos quien era su informante, aunque Sirius le había comentado su posible sospecha: Regulus. Aunque Sirius seguía diciendo que debía de ser alguien más, porque su hermano no iba a traicionar a su adorada familia. Él no sabía que creer.
Lo único que sí sabía, era que quería golpear a Snow por revelar lo de Remus. Lily era quien lo detenía cada que lo tenía enfrente.
Lily.
Si había algo que lo distrajera de la guerra, era ella. Lo que quería hacer, lo que le quería pedir no era algo que se pueda llevar a la ligera, sabía que era muy apresurado, y aunque él estaba seguro de querer pasar el resto de sus día con su pelirroja, no sabía si Lily quería lo mismo.
¿Casarse a los veinte?
No iba a negar que tenía miedo de que los ataques se volvieran incontrolables, y aunque una boda no los iba a salvar, no quería morir sin haber cumplido ese sueño.
Y no era el único que lo pensó, Frank Longbottom le había pedido matrimonio a Alice Fortescue y la boda sería en un mes. Había recibido invitación, así como todos sus amigos y eso le hizo aferrarse que lo haría, aunque aun no sabía como.
—Una cena ustedes dos —comentó Sirius una noche mientras ambos caminaban por las calles solitarias de un vecindario que, al parecer, había estado en constante movimiento de mortifagos—, así si te dice que no, no pasaras vergüenza con tus suegros.
James le dio una mirada de pocos amigos.
—Que buenos deseos me das, hermano.
—Ah, por favor, es la verdad —Sirius soltó el humo de cigarro, manteniendo la mirada al frente— ¿Casarse a esta edad? Aunque digas que es la indicada, muchas cosas pueden cambiar.
—¿Qué acaso no piensas casarte con Alni?
Sirius no contesta, se queda callado, ocupado en su cigarro y James quiere preguntar que pasa, porque ultimadamente no los ha visto juntos como antes, y con Remus de nuevo lejos... Parecía que las cosas se estaban complicando, pero no pregunta, y más cuando Sirius habla primero.
—Ahorita hay cosas más importantes en las que preocuparnos que en pesar en esas... cosas. —Tira el cigarro al suelo y lo pisa, girándose para ver a James—. Pero si quieres hacerlo, sigo pensando que es mejor una cena privada.
Por suerte, esa noche no paso nada grave y después de cumplir con la hora estipulada y haber informado todo a Alastor, cada quien se fue a sus casas. James aun con la preocupación por los primos Black, pero también en como pedirle a Lily que sea su esposa.
