067: LIBRARNOS DE LAS CADENAS

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-Sirius-

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-Sirius-

—Tu, muchacho, realmente te tomaste lo que te dije —dice Alphard mientras se sienta en el sillón individual de su casa—. ¿Qué es la vida sin un poco de riesgo? Pero no me refería a que te unieras a un grupo de dementes que combaten a otro grupo de dementes. 

La doy un trago a la bebida y camino para sentarme frente a él. 

—¿Qué te puedo decir? Me tomó muy enserio tus consejos... Bueno, algunos de ellos.

Alphard niega con la cabeza y mira por la ventana, afuera llueve, pero sé que no es lo que llama su atención, de hecho, nada que este del otro lado del vidrío es lo que llama su atención, pero lo que pasa por su mente, eso si es lo que lo hace perderse un poco. 

—¿Dime que esto no es solo para seguir llevándole la contra a la familia? —dice sin apartar la mirada de la ventana.

—En parte, obvio —soy sincero, no tiene sentido ocultárselo—, enfrenarlos y si es posible, encerarlos en prisión, sería lo mejor. 

—¿Aunque ese alguien sea Regulus? —Esta vez regresa la mirada a mí y puedo sentir como mi cuerpo se tensa— Si te enfrentas y derrotas a tu hermano ¿Lo mandarías a prisión? 

Me le quedo viendo sin responder, porque eso no lo había pensado. ¿Sería capaz de hacerlo? 

—Regulus eligió su camino —respondo en su lugar, apretando mi agarre en el vaso. 

—Lo sé, pero no has respondido a mi pregunta, Sirius. —La intensidad de su mirada podría intimidar a cualquiera, pero si creces rodeado de ese tipo de miradas, te vuelve casi inmune, pero aun así no puedo evitar el escalofrió por la columna—. Sé que si te encentras con Bellatrix o el marido de Narcissa no dudaras en hacer lo correcto, pero ¿Regulus? 

—Él ya eligió su camino —repito sin apartar la mirada de sus ojos—, no es un niño tío, apuesto a que ya esta muy metido. 

—Es tu hermano, Sirius —su voz se vuelve más firme—, no puede simplemente dejarlo hundirse en ese pozo sin fondo. 

—Y tampoco puedo salvar a alguien que no quiere ser salvado. —Me pongo de pie y dejo el vaso en la mesita de noche antes de caminar hacía la ventana. Me paso la mano por el cabello, tratando de acomodar las ideas que cruzan por mi mente—. ¿Crees que no quise sacarlo de toda esa mierda? Cuando me fui le insistí en que fuera conmigo, lo hice, pero él no quiso, siempre queriendo complacer a la familia, pero nunca pensando en él mismo. 

—No todos compartimos la misma idea de librarnos de las cadenas con las que nacemos, Sirius —dice con voz tranquila pero firme al mismo tiempo—. Andrómeda, tu y yo tuvimos la fuerza para hacerlo, pero Regulus es diferente. Siempre quiso probar que podía ser digno a su manera, que podía ser alguien sin traicionar todo lo que les enseñaron desde pequeños.

𝘼𝙡𝙣𝙞𝙩𝙖𝙠 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠// É𝙥𝙤𝙘𝙖 𝙈𝙚𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora