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Si había algo que odiase más que ser llamada "Acusica", era San Valentín. San Valentín en Hogwarts, específicamente. La importaba cero y nada aquella festividad de febrero, pero Fred y George vieron la oportunidad de oro para empezar a hacer dinero: Amortentia
— La Amortentia es una poción mucho más poderosa de lo que creéis — se negó de inmediato. No iba a permitir que alumnos descerebrados pudieran hechizar de tal manera a otras personas solo por reírse—. En cuanto la persona recupera la conciencia está aterrorizada. Me niego a crear un solo mililitro.
— Pero Prince... — George buscó convencerla. Fred comprobó que no había nadie por los pasillos que pudiera escucharles, y se acercó de igual manera con cara de súplica.
— No prepararé tal poción — fue su decisión final—. Y si os atrevéis a venderla por ahí como si fueran caramelos con mi autoridad de prefecta os retiraré la mercancía. También avisaré a vuestro hermano Percy.
— Creíamos que querías ganar dinero, ¡esta en nuestra oportunidad! — exclamó Fred.
— ¿Te harías la marca tenebrosa por dinero acaso, Weasley? Yo no haré Amortentia que probablemente sea usada para el abuso de alumnas inconscientes. No todo son risas y felicidad, los alumnos se aprovecharán de los efectos de la poción para cometer graves ilegalidades.
El argumento que planteaba Eden era contundente. Por encima del dinero, estaba su ética. Fred y George no lo habían contemplado desde ese punto, y Eden realmente se sintió aliviada de que lo hubieran consultado con ella antes de lanzarse a prepararlo por su cuenta y así generar un caos. George asintió comprendiendo su negativa, mientras Fred parecía algo más decepcionado.
— Había pensado en vender algo con Amortentia en Sortilegios Weasley — admitió con un gesto alto decaído al respecto.
La azabache hizo una mueca, pensativa. Amortentia... Una vez preparó la poción, pero de inmediato su padre se deshizo de ella. Recordaba a la perfección el suave olor de los libros nuevos, la infusión de canela y ese aroma único de la clase de pociones. Según la teoría, las personas olían en la poderosa poción aquello que más amaban. Ella adoraba los libros, las pociones y las infusiones de canela. Otras personas enamoradas olerían a aquello que le recordara a su amor. ¿Qué olerían los Weasley? ¿Y su padre?
— La Amortentia tiene el olor más atractivo del mundo — carraspeó—. Tal vez... Pequeños perfumes con una cantidad tan pequeña de Amortentia que no pueda ser usada para...
— ¡Eres la mejor, Eden! — exclamó repentinamente Fred, sujetando sus hombros. No fue brusco, pero sí sorpresivo. Se tensó ante el tacto, dando un paso atrás para alejarse. Demasiadas confianzas, la única persona que la tocaba era Poppy cuando iba a la enfermería.
— Uh, ya... — miró a un lado con incomodidad—. Pensaré bien en ello. Tengo que ir a estudiar.
George agitó la mano despidiéndose, y de inmediato la Snape se perdió entre los pasillos de piedra en dirección a la biblioteca. El gemelo mayor suspiró.
