FIVE | FOREIGNERS

3.1K 403 68
                                    

•*¨*•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•*¨*•.¸¸☆*・゚•*¨*•.¸¸☆*・゚


Su padre era incapaz de tolerar a una manada en adolescentes chillones. Eden también detestaba tener que lidiar con esa clase de eventos, aunque disponía del factor de sociabilización y liderazgo del que su padre carecía. No solo podía organizar a los Slytherin incluso por altura si así lo pedía, sino que también a los prefectos y Premios Anuales.

— Buen trabajo, Eden — felicitó, viendo a todos los Slytherin murmurar emocionados, pero en orden y sin gritar—. Diez puntos para Slytherin.

— ¿Cuánto tardarán en llegar? — la azabache cruzó los brazos tras su espalda, analizando con ojo de halcón la fila de alumnos para que nadie se saliera de su puesto.

A diferencia de las serpientes, otras casas tenían el doble de problemas. Los Ravenclaw parecían sentir cierta envidia de ellos y habían tratado de organizarlos, pero había sido un poco chapucero. Hufflepuf no gritaba, pero estaban en un claro desorden por la falta de intimidación autoritaria de Sprout y su adorable sombrerito de flores. Por otro lado, los Gryffindor eran el mayor caos del área. Eden distinguió de inmediato las cabezas pelirrojas de sus amigos gemelos, y no la extrañó verlos tratar de negociar caramelos longuilinguos. Fred era más adulador con las palabras, pero George poseía cierto encanto que hacía a la gente confiar de inmediato en él.

— Vergonzoso — escuchó a su padre murmurar, mirando con desprecio a los leones—. Vaya banda de bárbaros babuinos.

— Banda de bárbaros babuinos — repitió bajito la azabache, escondiendo una sonrisa—. Banda de bárbaros babuinos.

— ¿Qué dices, Eden? ¿Te ofreces voluntaria a limpiar los calderos después? — de inmediato dejó de hablar y se colocó firme en su sitio.

Severus sonrió triunfal para sí mismo. Su poder como padre y profesor era eficaz para que Eden no se burlara de él. La azabache miró aburrida hacia los terrenos, cuando finalmente una enorme carroza del tamaño de una casa apareció por los cielos. Alzó levemente las cejas con interés, pero pronto volvió a enfocarse en controlar a los alumnos cuando los franceses comenzaron a salir del enorme carruaje. Frioleros y abrazados a su fino y elegante uniforme escolar, entraron corriendo al castillo.

— Franceses — la menor susurró en su dirección, aprovechando que nadie los veía—. Contaré las veces que se quejan del clima inglés.

Unos minutos más tarde, el estruendo comenzó en el largo. Esta vez, un enorme barco surgió de las profundidades del lago negro, algo que Severus pudo notar que interesó más a su hija. Analizó a detalle la estructura del barco, e ignoró deliberadamente a los nórdicos que fueron entrando en fila con gruesos uniformes carmín y negro.

— ¿Qué hechizo pueden estar usando? — sin embargo, su padre no respondió. En su lugar, estaba demasiado ocupado mirando con desconfianza a un búlgaro que llegaba como profesor. Larguilucho, pálido, con perilla y mechones oscuros despeinados. A simple vista, parecía no estar muy bien de la cabeza, mucho menos cuando sonrió al verle de una manera que a ninguno de los Snape les gustó—. ¡Bien, sigan a sus prefectos hacia el interior del castillo sin romper el orden!

𝗣𝗢𝗧𝗜𝗢𝗡 ━ 𝐹𝑟𝑒𝑑 𝑊𝑒𝑎𝑠𝑙𝑒𝑦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora