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Viktor Krum había decidido que, para huir de sus admiradores y a la vez estar cómodo con alguien de Hogwarts, era una buena opción sentarse a su lado en cada comida y acompañarla a la biblioteca de vez en cuando. Esos actos para Eden le resultaban completamente indiferentes porque era silencioso y educado, pero a Fred cada día le molestaba más.
¿Por qué Krum podía sentarse a su lado en la cena y escucharla hablar? ¿Y por qué la acompañaba a la biblioteca todos los días? ¡Incluso ese día les vio en los terrenos hablando!
— Le vas a hacer un agujero en la frente como le sigas mirando así — rio Angelina, impaciente por el resultado del cáliz. Todos estaban igual de nerviosos, más que nada los extranjeros y aquellos de Hogwarts que habían puesto su nombre—. Es guapo, tienes que admitirlo.
— ¿Yo? Gracias por notarlo, Angelina — ironizó, entrecerrando los ojos cuando notó que cuando Krum hablaba, Eden le escuchaba atentamente. ¡¿Por qué tenía que ser tan educada?!—. ¿Crees que el tipo de Eden son los búlgaros fuertes y famosos?
— Ella lo dijo, su tipo son los frikis de las pociones — recordó George, lanzando de vez en cuando miradas al cáliz para comprobar que no se activase de golpe y los atacara. Fred le escuchó soñar esa noche con el cáliz, algo de lo que se burlaron bastante Lee y él.
— Aunque a Ed le gustan también mucho las Artes Oscuras — añadió Lee, apoyado en la mesa con la vista fija en Alicia Spinett—. Ah... Debería pedirla una cita...
— ¿Y qué tiene que ver eso? — frunció el ceño Fred. ¿Por qué Lee sabía tantas cosas de Eden? ¿Por qué todos parecían llevarse tan bien con ella de golpe y él quedaba aislado a un lado?
— En Dumstrang estudian a detalle las Artes Oscuras, seguro que Krum es un experto en ellas — explicó Angelina. Malfoy trató de meterse en la conversación de ambos, pero Viktor le ignoró y Eden le lanzó una mirada indiferente—. Uh... Si Eden me mirara así, lloraría.
— ¿Podemos volver al tema principal? — pidió Fred, entrelazando sus manos sobre la mesa—. Krum está robando la atención de Eden. Y a mí me gusta la atención de Eden. Quiero la atención de Eden. Necesito la atención de Eden.
— Krum solo se quedará aquí hasta junio — George bebió de su copa—. Aunque si quieres aún más atención de Eden... Pídela salir o algo.
— Me rechazaría — suspiró—. ¡¿Por qué enamorarse en tan difícil?!
— Enamorarse es fácil, enamorarse de Eden Prince es lo difícil.
Una vez más, tenían razón. Eden era extraordinaria, brillante, creativa, astuta y misteriosa. Todas sus cualidades eran fuertes y llamativas, y Fred se consideraba a sí mismo bastante bobo y caótico a su lado. Eden no se veía de esas chicas capaces de enamorarse con una sonrisa, algo que le afectaba y arruinaba su estrategia ya que era su comodín especial.
