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— Lo de la reunión de prefectos no era mentira — George y Lee se reían, atentos a la expresión de Fred—. Debo ir, aunque por lo general no dura todo el trayecto. Este año hay dos nuevos prefectos por cada casa, dos nuevos Premios Anuales y al parecer habrá cambios en la organización por el evento secreto de Hogwarts.
— ¿Puedo ir contigo? — Eden frunció el ceño.
— ¿Tienes cinco años? — las carcajadas de Lee aumentaron al punto que lloraba.
— Casi diecisiete, porfi llévame contigo.
La cara de la prefecta era un poema. Repentinamente, Fred era un pegajoso que quería saber todo de su verano, estar sentado a su lado e incluso ir a la reunión a pesar de no ser prefecto. Dudaba mucho de su cordura, ¿estaba intoxicado acaso por su experimentación?
— ¿Te encuentras bien? — preguntó despacio.
— ¿Te preocupas por mí? — sonrió en grande.
— Bueno, pareces estar teniendo un brote psicótico. Preferiría no estar cerca, ya que durante estos brotes los magos tienden a estallar con magia accidental y... ¿Por qué me miras así? — George golpeaba sus propios muslos por la risa, y daba la sensación de que Lee había dejado de respirar. Fred seguía sonriendo como un idiota—. ¿Te estás burlando de mí, Weasley?
— Estás muy guapa con el pelo así.
Eden cerró el compartimento tras ella cuando salió volando de ese trío de idiotas, luchando contra su propia biología para no sonrojarse. Carraspeó entrando como un torbellino junto a los demás prefectos, todos mirándola como si hubiera perdido un tornillo por el camino. Su compañero de mesa de Transformaciones sonrió y agitó su mano, haciendo hueco a su lado. Ni si quiera sabía su nombre.
— Aún falta la Premio Anual — comentó, señalando el hueco vacío junto al chico de Slytherin elegido como Premio Anual. Había oído que la chica era una Hufflepuf aspirante a sanadora—. ¿Qué tal tu verano?
— Uh, normal — se encogió de hombros, y tras unos largos segundos de incómodo silencio recordó como funcionaban las conversaciones educadas—. ¿Y el tuyo?
— Genial, fui a la final de Quidditch — comentó, pasándose la mano por sus mechones castaños ligeramente ondulados—. Aunque luego ocurrió todo eso, ya sabes...
— Meramente lo que el Profeta y sus editores quieren decir según que tanto le laman las botas a Fudge— comentó. Kent Skeeter, prefecto Ravenclaw de quinto, frunció el ceño. Su padre era editor en el periódico, y su tía la víbora de Rita Skeeter. Eden tenía cero filtros a la hora de criticar a alguien. Eso lo había sacado definitivamente de su padre.
— ¡Siento llegar tarde! — la Premio Anual llegó corriendo y ajustando su uniforme mal colocado—. Esto... ¿Empezamos la reunión?
— Ahora ya podemos hacer la lista — Perrot carraspeó. Era más directo y tenía mejores dotes de liderazgo y oratoria que su compañera de séptimo, y pronto comenzó a manejar todo—. Bien, estas son las listas que he creado para hacer las rondas por el castillo. Me he basado en vuestro curso, si perteneceis a un equipo de Quidditch y apreciaciones personales. Spiers y Strickland, Turner y Sykes, Prince y Diggory, Grimmet y Wynch...
