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A medida que se acercaba la segunda prueba del Torneo, la incertidumbre aumentaba. No había que ser adivina para saber que Harry aún no tenía ni la más remota idea del acertijo del huevo, tampoco para darse cuenta de que Fred Weasley iba por los pasillos como si hubiera ganado él mismo el torneo.
- ¡Buenos días, profesora! - saludó. McGonagall le miró pasar por su aula como si hubiera perdido el juicio. Fred estuvo a punto de pasar de largo, cuando vio unos mechones azabache familiares. Asomó la cabeza al aula, y agitó la mano para llamar la atención de la Slytherin-. ¡Buenos días, Eddie!
Era como una rutina. Cuando no la acompañaba a las clases, se asomaba antes de ir a las suyas propias a saludarla. A los profesores, o al menos a la mayoría, les resultaba tierno y divertido. Claro, menos a Severus Snape y su filosofía de protección hacia Eden. Si ya de por sí le resultaba molesto, saber que había un interés romántico detrás de las absurdas actuaciones del pelirrojo le generaba una irritabilidad que se reflejaba en sus clases. En total, la pérdida de puntos para Gryffindor se había incrementado en un 30%.
Eden sabía que Fred estaba tan idiota por ella como ella lo estaba por él. Y Fred sospechaba que Eden sabía de sus sentimientos y, a la vez, que los correspondía. Por eso mismo, no había ninguna prisa en adelantar los sucesos y simplemente pasaban el rato como si nada. Todo bajo miradas de reojo que cansaban a George, Lee y las chicas.
En San Valentín, Fred fue un descarado que la regaló unos dulces delante de todo el Gran Comedor, para después llevarla a una salida a Hogsmeade sin dar ni una sola explicación. Para todos ya estaban juntos por sus acciones, aunque en realidad eran amigos que se trataban como pareja. O al menos en el caso de Fred, pegajoso y cursi. Eden era más de dejarle ser y no quejarse en absoluto.
- Es riesgoso.
- Pero útil - repuso Viktor. Eden giró la pluma entre sus dedos, repasando todas las opciones de hechizos y pociones para poder aguantar bajo el agua una hora. Krum apostaba por una semi-transfiguración de tiburón, ella por un tónico de branquialgas o el encantamiento casco-burbuja-. Las trransformaciones son lo que mejorr se me da.
- Entonces adelante - asintió-. ¿Cómo era la prueba? Aguantar bajo el lago una hora y recoger algo que te han quitado.
- Lo que más valorro - asintió el búlgaro.
Eden se apoyó sobre la palma de su mano, trazando figuras sin sentido en el margen del pergamino que habían usado para hacer una lista de opciones. Lo que más valora... Conociendo a Dumbledore y su extremismo, probablemente ahí abajo metieran a Hermione después de haberles visto juntos en el baile. Una persona era más fácil de encontrar que una escoba, además de que le daba adrenalina al momento. Temía seriamente por la tercera prueba si ya se alcanzaban tales extremos.
