SEVENTEEN | DIARY

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La libreta en sus manos se sentía pesada. Lupin, sentado en el sofá, permanecía atento a la menor.

— Nadie puede leer el contenido del diario — repitió. Remus negó.

— Ara tuvo que copiar el mecanismo del mapa, y tiene la misma magia. Solo tú puedes leerlo — señaló como en la contraportada se podían leer sus iniciales.

Asintió despacio. ¿Esa era la charla pendiente con Lupin? ¿Un diario mágico de su misteriosa madre muerta?

— ¿De dónde lo has sacado?

— Ayudé a Sirius a limpiar Grimmauld Place. Estaba en el armario de Kreacher, junto a algunos objetos personales de tu tío Regulus — explicó—. Kreacher adoraba a tu madre, tiene sentido que decidiera confiar en él para guardar algo tan importante.

— Entiendo — asintió despacio—. ¿Debo decir algo o simplemente lo abro como si nada?

— Prueba.

Suspiró. Al abrir por la primera página, todo estaba en blanco. Pasó a la siguiente, y cuando apoyó las yemas de los dedos sobre la hoja amarillenta la tinta oscura comenzó a aparecer. Remus se inclinó, ansioso por conocer el contenido del diario. El sentimiento más egoísta dentro de ella decía que debía verlo en privado, que él no tenía por qué meterse en eso escrito únicamente para ella.

Para mi pequeña Eden

Tal vez ahora no lo entiendas, pero pronto lo harás. Si este diario ha caído en tus manos, significa que nuestro plan fracasó.
Todo lo que hice, fue por ti.

Te amará incluso sin estar, mamá.

Su letra era tal cual como se veía en las cartas: fina, cursiva y con las letras mayúsculas apenas del tamaño de las minúsculas. Apretaba al escribir al igual que ella, y se sintió más conectada que nunca a la que fue su madre.

— ¿Plan? — repitió Lupin. Trató de coger el diario, pero Eden actuó por instinto y lo alejó de sus manos. Los orbes oscuros del hombre lobo se posaron en ella, y sintió que estaba mirando a un hombre que estaba haciendo lo imposible por mantenerse en pie—. Entiendo, perdóname.

— No, perdóname a mí — negó despacio—. Quiero leerlo a solas. Prometo que te contaré lo que haya en este diario, pero quiero hacerlo en privado. Mi madre me dejó esto a mí con toda la seguridad posible, creo que deberíamos respetar sus deseos.

— Sí, lo siento, ha sido un impulso — se pasó las manos por el cabello castaño, y suspiró forzando una sonrisa que no llegaba a sus ojos—. Han sido demasiados años queriendo saber en qué pensó Ara para hacerlo, y la respuesta está tan cerca...

𝗣𝗢𝗧𝗜𝗢𝗡 ━ 𝐹𝑟𝑒𝑑 𝑊𝑒𝑎𝑠𝑙𝑒𝑦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora