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Bostezó mientras escuchaba las burbujas de creatividad de los gemelos, completamente adormilada. Grimmauld Place absorbía toda su energía, o tal vez fuera el mal rato que pasó el día anterior con el boggart (aún escondido en el armario).
— Eso es imposible, George — comentaba de vez en cuando. O también:—. Fred, eso es ilegal.
— ¿Creéis que Harry habrá sido declarado inocente o algo así? — murmuró nerviosa Hermione—. Está tardando bastante...
Eden miró la hora, y se encogió de hombros. Era obvio que saldría impune teniendo en cuenta quién era, y a quién tenía de su lado. Ya nada la sorprendía de Harry Potter y su dichosa suerte cargada de desgracias. Si ella tuviera que vivir en la vida de Harry por máximo un año, acabaría volviéndose loca.
— ¡Es Harry! — chilló feliz Ginny, y de un momento a otro, apenas un segundo después de escuchar el pomo girarse, todos estaban recibiendo al miope con alabanzas de felicidad. No se levantó, y disfrutó en silencio de ese momento de soledad en la sala. Ella, la mesa y una molesta mosca que revoloteaba por ahí.
Fred, George y Ginny comenzaron una extraña danza vikinga en la que gritaban "¡se ha librado!", algo que estalló la paciencia de Molly pero que alegró un poco el gesto de Potter.
— Creo que la única que de verdad confiaba en que todo saldría bien era Eden — murmuró George—. Mi cuñis es como Trelawney. No sé si es muy inteligente o tiene visiones.
— Era obvio — pasó por su lado, aunque Fred la enganchó para abrazarse a su espalda como una garrapata pegajosa—. Conozco la ley mágica, y expulsar a un estudiante cuando ha actuado en defensa propia frente a una amenaza de tal calibre sería una injusticia desde la objetividad de la ley y la subjetividad de los miembros del jurado. Harry, era obvio que saldrías impune.
— Uh... ¿Gracias?
— De nada — se encogió de hombros, escuchando la risita de Fred—. Fred, tengo que ir al lavabo.
— Pues vamos — restó importancia.
Varios alzaron las cejas.
— Fred, idiota — le dio un codazo avergonzada—. Te recuerdo que en Hogwarts no podrás ser mi sombra.
— ¿Cómo que no? — negó, mordiendo su mejilla—. Conseguiré la contraseña de Slytherin.
— Sois... puaj — Ron sacó la lengua, fingiendo una arcada.
— Te acostumbras —restó importancia George. A su lado, Ginny les miraba con una sonrisita adorable. Sabía perfectamente que detrás de ese carácter y personalidad arrolladora, había una tierna adolescente deseando encontrar el amor. Por eso parecía siempre tan atenta a su relación con Fred, y la ridícula dinámica que tenían.
