C U A R E N T A Y U N O
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CONTENIDO EXPLÍCITO
LEER BAJO SU PROPIO RIESGO.
¡ESTE CAPÍTULO CONTIENE SITUACIONES DELICADAS!
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ELIANA BEAUMONT.
24 de diciembre de 2019.
Salí del baño de mi oficina y lo primero que vi fue una pañalera de color verde, después a Brown parado en la puerta con un artefacto que tenía una manta blanca encima.
—Esto es una emboscada —me atreví a decir.
Me mantuve en mi lugar, incluso creo que retrocedí unos pasos.
—Teniendo en cuenta que no te dignaste a aparecer ni a hacer una llamada respecto a ella, decidimos por unanimidad venir a visitarte —planteó la situación.
Llegué al borde de la ventana.
—Saltaré.
—Del segundo piso, seguro te rompes una pierna. Aparte tiene el seguro —sacó unas llaves que identifiqué como las mías. Suspiré ideando una nueva forma de irme—. Puedes solo acercarte a la puerta e irte.
Negué, seria.
—Estás tú y el feto.
—Ya no es un feto y se llama Camille, me gustaría que fueras buena, al menos con ella.
Alcé una ceja, intrigada.
—Yo soy buena —pronuncié.
—¿En serio? ¿Eres buena amiga? —preguntó.
—¿A dónde quieres llegar?
—A que no se te ocurrió ni por un segundo visitar a Aysha o mínimo mandarle un mensaje o un correo, preguntando por su salud y por ella —dijo haciendo referencia a la bebé.
—Pues está viva ¿No? Por algo volvió a su puesto de trabajo.
—Y ni siquiera en persona le comentaste algo.
—No tengo por qué hacerlo —me defendí—, no es mi obligación.
Me estudió por unos segundos y después le echó un vistazo a su nena.
—Pues ella esperaba algo de ti, ella pensó que por ser amigas podrías haber ido a verla —comentó—, pero no lo hiciste ni siquiera le preguntaste nada como si no se hubiera ausentado casi tres meses —reclamó sutil—:
» Puedes creer que hasta Robert Coppola la llamó para saber su salud y tú no —agregó—. No quiero hacerte sentir mal, pero solo quiero entender por qué no lo hiciste —intentó aclarar.
Me encogí de hombros y comencé a acercarme sin tanta prisa.
—Tú lo has dicho todo el mundo estuvo pendiente de ella, no era necesaria mi presencia ¿O sí?
—Para ella, sí. Por eso está alejada de ti —informó.
—Eso es demasiado dramático —murmuré.
—Bueno, imagina que fueras tú la que da a luz y la persona que crees que irá a saber de ti no lo hace. Te esperó mucho, cuando llegaba del trabajo me preguntaba si habías preguntado por ella y le dolía saber que no.
—Bueno, ya —me harté—. ¿Cómo está Aysha? Ya que tanto quiere que pregunte.
—No es a la fuerza y no te preocupes, sobrevivió como dices tú. —Escuché un mini quejido y él me miró un momento.
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El misterio de un amor | Nueva versión
RandomNuestro alrededor a veces nos da señales de cosas que no vemos a simple vista, pero eso no quiere decir que no nos sucederán en un futuro. Ellos vivían en su burbuja. Un amor único, demasiado melosos. Su matrimonio era lo que los unía, junto... al...