54. Hombres de negocios

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C I N C U E N T A   Y  C U A T R O

DANIEL RICHMOND

31de enero de 2020.

Me topé con Melissa en la cocina terminándose la leche de un tazón.

—¿A dónde fuiste vestido así? —Me miró sin ningún disimulo de forma crítica.

—No quiero hablar de eso.

Se encogió de hombros y llevó su tazón a lavar.

—¿Mamá sigue durmiendo? —pregunté.

Quedó estática con mi pregunta y aclaró su garganta.

—Se fue —murmuró, volvió a aclarar su garganta— a trabajar.

—¿Qué? ¿Cómo qué se fue a trabajar? Melissa, mamá no puede trabajar enferma.

—Pues no sé, cuando me desperté no estaba y me dejó una nota en la mesa que decía —carraspeó— "Hija, iré a trabajar, cuando llegue Daniel dile que cocine y no se preocupen, llegaré temprano. Atentamente: mamá."

—Pero está enferma, no puede trabajar.

—No me lo digas a mí, no soy su vocera. Dile cuando vuelva.

Tocaron el timbre y de inmediato supe que no era ella porque siempre llevaba sus llaves, pero probablemente se le habrían olvidado. Era solo mi esperanza hablando.

Cuando abrí estaba Jack Royal y no pude evitar hacerle mala cara, él suspiró y trató de parecer emocionado por mi presencia.

—¿Tú qué? —fue lo único que le dije.

—Vine a verte, también a tu madre —agregó algo incómodo.

—¿Entonces tú no le diste trabajo?

—¿Trabajo? —eso lo dejó confundido—. No entiendo. ¿Tú madre está en casa? Necesito hablar con ella y contigo también.

Le cerré la puerta en la cara y volví a la cocina, pero no encontré a mi hermana. Llegué a su habitación y ya estaba cambiada.

—Vamos a buscar a mamá —propuso. Después miró mi vestimenta— ¿Irás en pijama?

Es que no me podía creer que mi propia hermana me juzgó por llevar pijama, al final tuve que cambiarme.

[***]

Tuve que decirle a Jack que nos llevara a buscar a mi madre, porque no quería seguir perjudicando a Brice, además estaba trabajando. Me tragué las ganas de aventarlo a la carretera pues era el conductor designado. Melissa iba en los asientos traseros y yo de copiloto. La veía muy pendiente de mí y de Jack, intercambiaba la vista de él a mí como si quisiera descifrar algo.

Habíamos ido a Topy's coffee, también a los locales cercanos a la boutique, igual fuimos a las bibliotecas donde tenían letreros de 'se busca empleado', pero no encontramos a mi madre. Tal vez, era exagerado, aun así, prefería que se mantuviera descansando en lo que se recuperaba de sus constantes ataques de asma y de su pierna.

—¿Por qué no vamos con el señor Hugo? —preguntó mi hermana asomándose entre los asientos.

—¿Quién es el señor Hugo? —cuestionó Jack con mala cara.

—Un muy buen amigo de mi mamá, ¿por qué? —siguió ella tranquila.

—Es el papá de Brice —zanjé el tema. Me dirigí a Melissa—. Y tienes razón, puede que esté trabajando con él. Hay que ir a la casa de los papás de Brice, está cerca de las residencias Arcanum —le ordené a Jack.

El misterio de un amor  |  Nueva versiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora