SEIS HORAS ANTES DE
MEDIANOCHE
COMISARÍA CENTRAL DE POLICÍA DE
MERIT
De pie contra la pared gris pálido de la sala de conferencias de la policía, Eli
volvió a colocarse la máscara. Era sencilla, parcial, negra, y le cubría desde las
sienes hasta los pómulos, y Serena se había burlado de él por ponérsela, pero
dado que en aquella sala estaba congregada más de la mitad de la policía de
Merit, observándolo, se sintió agradecido por aquel disfraz. Su rostro era lo
único que no podía cambiar, y aunque aquello fuera una mala idea, sería
infinitamente peor darle a toda la fuerza policial la oportunidad de memorizar
sus rasgos. Serena estaba en el podio, sonriendo con aquella lentitud suya y
hablándoles a los hombres y mujeres que estaban allí.
«¿Qué pasa a medianoche?», había preguntado mientras iban de camino al
departamento de policía.
Eli había aferrado el volante con tanta fuerza que los nudillos se le habían
puesto blancos.
«No lo sé».
Odió decir esas palabras, no solo porque eran ciertas o porque el hecho de
admitirlo significaba que Victor le llevaba ventaja, sino porque no pudo no decirlas, porque la confesión ascendió por su garganta sin darle tiempo a tragar.
Victor le había cortado la comunicación apenas con la promesa de la
medianoche, y Eli había tenido que contener el impulso de arrojar el teléfono
contra la pared.
-El hombre que está detrás de mí es un héroe -iba diciendo Serena. Eli
observaba cómo los ojos de las personas presentes se ponían ligeramente
vidriosos al oírla-. Se llama Eli Ever. Lleva meses protegiendo esta ciudad,
persiguiendo a la clase de delincuentes que ustedes no conocen, los que no
pueden detener. Trabajando para mantenerlos a salvo a ustedes y a los
ciudadanos de aquí. Pero ahora necesita su ayuda. Quiero que le presten atención
y hagan lo que él les diga.
Sonrió y se apartó del podio y del micrófono, y le indicó a Eli que se acercara,
con una seña y una sonrisa indolente. Eli suspiró por lo bajo y se adelantó.
-Hace poco más de una semana, un hombre llamado Victor Vale se fugó de
la Cárcel de Wrighton junto con su compañero de celda, Mitchell Turner. Si
están preguntándose por qué no oyeron nada de esa fuga en las noticias, es
porque no salió en las noticias.
Eli mismo no se había enterado hasta recibir la nota de Victor, hasta oír su
voz, hasta que había contactado a Wrighton. Se habían negado a decirle nada
más, pero con mucho gusto le informaron a Serena, cuando él le pasó el
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Una obsesión perversa
Teen FictionVíctor y Eli eran dos estudiantes universitarios brillantes pero arrogantes que reconocían, el uno en el otro, la misma agudeza y la misma ambición. En el último año de su carrera, el interés compartido por la adrenalina, las experiencias cercanas a...