Capítulo 83
-Anna, hija, baja a desayunar- oigo decir a mi madre al otro lado de la puerta mientras golpea.
-Ya voy- medio respondo porque aun estoy adormilada.
-Te esperamos abajo- dice y la oigo alejarse por el pasillo.
Sus palabras me recuerdan que Harry está abajo y siento algo revolverse en mi interior, ¿y qué si mamá se entera de lo que pasó anoche, o Luke o mi padre...? No, definitivente no se van enterar Anna, tranquila.
Me pongo de pié y camino hasta el baño, me doy una ducha y luego cepillo mis dientes.
Me cambio la ropa interior pero me pongo de nuevo mi pijama rosa de ceda.Recojo todo mi cabello en un moño y bajo al comedor.
-Buenos días- digo mientras bajo las escaleras y todos me miran, mi mirada se encuentra con la de Harry y tengo que alejarla de inmediato porque no quiero sonrojarme.
-Buenos días papá- digo mientras beso su mejilla.
-Buenos días- sonrie y de ja de leer el periódico unos segundos para saludarme. Ya está completamente listo para irse a trabajar.
-Hey Luke- lo saludo mientras lo despeino con mi mano.
-Hola- sonríe.
-Buenos días- le sonrío a Harry mientras tomo asiento a su lado.
-Buenos días hermosa- responde y se aserca para besar mi frente. Me sonrojo por el inesperado beso pero sonrío.
-Hola cariño- dice mi madre mientras camina hacia la mesa.
-Hola mamá- le doy una calida sonrisa.
-Buen provecho- dice Luke mientras todos desayunamos.
El desayuno es tranquilo y solo por momentos me sonrojo ante las miradas furtivas que Harry me dedica, puedo ver como sus labios se curvan y luego sus dientes se prensan en el labio inferior para evitar sonreír. En algunos momentos el hoyuelo en su mejilla amenaza con delatarlo, pero rápidamente se recompone.
-Bueno Harry, fue un gusto conocerte, espero verte en la noche- dice mi padre mientras se pone de pie.
-Si señor, igualmente- Harry le sonríe y se pone de pie para estrechar la mano de mi padre.
Después de despedirse, mi padre se va a su trabajo y mamá se va con él porque tiene que hacer algunas cosas.
Luke y Harry se quedan viendo una película sobre soldados en la sala mientras yo subo a leer un libro.
Me recuesto en mi cama y tomo mi copia de El diario de Anna Frank. Me alegra tanto que mamá haya guardado mis libros y los haya traído aquí, la razón por la que no los llevé conmigo es porque no tenía espacio suficiente en mis maletas como para cargar mis libros.
Los minutos pasan y pasan mientras mi mente se desplaza hacia aquel resguardo en el que Anna y su familia se escondían, mi mente comienza a imaginar y recrear cada pequeño detalle de la historia, la he leído tantas veces que para mi mente es casi algo natural imaginar a la perfección cada escenario y escena de la historia.
No puedo evitar sonreír por la inocencia de Anna, así como tampoco puedo evitar sentirme conmovida por las cosas por las que ella y su familia tienen que pasar.
Gracias al cielo Anna tiene sus libros para distraerse de vez en cuando, puede escapar de su triste realidad por instantes y eso me parece algo hermoso. Aunque me parece gracioso el hecho de que ella tenga curiosidad por los libros que leen los mayores y que por supuesto a ella no se le tiene permitido leer...
-Puedo pasar?- tres golpes en la puerta me sacan de mi fantasía literaria.
-Si- respondo y dejo el libro a mi lado sobre la cama.
La puerta se abre y Harry camina sonriendo hacia mi.
-Leyendo?- pregunta mientras camina hasta la cama y se sienta en la orilla.
-Si, siempre es bueno distraerse un poco- le sonrío mientras me apoyo en mis brazos para sentarme en la cama recostandome contra la madera del cabezal.
-Puedo?- dice y señala el libro a mi lado.
-Si, claro- asiento.
-Uhm, el diario de Anna Frank, uno de mis favoritos- sonríe mientras ojea las páginas.
-No sabía que lo habías leído- le digo sonriendo aunque no me está viendo.
-Si, fue uno de los primeros clásicos que leí- confiesa.
-Si, igual para mi, es muy bueno- digo estando totalmente de acuerdo.
-Si, uhm... me gusta la dirección de esta charla, pero no vine aquí para hablar de libros- dice y se estira para dejar el libro encima de la mesa de noche.
-Y entonces?, ya me estaba emocionando con esto de los libros- sonrío y me devuelve la sonrisa.
-Tu hermano te dejó una razón- dice serio ahora.
-Una razón?- pregunto confundida.
-Por qué dejaría una razón, le da miedo venir a decirme?- me río.
-No- se ríe.
-Lo que pasa, es que una chica lo llamó- dice y yo levanto las cejas en señal de sorpresa.
-Si, una chica- confirma y los dos nos reímos.
-Y entonces?- presiono para que continúe.
-Dijo que tenía que salir con urgencia. Que se iba a demorar y que por favor lo cubrieras si tu madre llamaba.
-Se fue?, no dijo a dónde?- pregunto.
-No, supongo que con la chica- se encoje de hombros y sonríe.
-Que raro- le digo pensativa.
-Si, muy raro- susurra y noto algo extraño en su voz, volteo a verlo y sonríe de esa forma...
-Harry...- susurro en advertencia.
-Estamos solos, deberíamos aprovechar el tiempo- susurra y muerde su labio inferior.
-Harry, es la casa de mis papás- susurro.
-Anoche no te importó mucho eso- sonríe y me hace sonrojar.
-Además, esa pijama tuya me trae loco desde que bajaste las escaleras esta mañana- susurra de nuevo y pasa su dedo índice por la piel de mi muslo haciendome estremecer.
-Harry...
-Dejame hacerte el amor, sabes que mañana en la mañana me voy- me pide y se acerca mas a mi en la cama.
-Uhm- susurro y veo su cuerpo. Tiene un esqueleto blanco que le deja ver sus tatuajes y una sudadera gris de algodón que me deja ver su notable...
-Hey, que estás viendo?- se rie.
-Nada- me sonrojo y Harry baja su mirada hasta su pene, luego vuelve a mirar mis ojos.
-Por qué te resistes? Sabes que me quieres y yo te quiero... dejame hacerte sentir todo lo que quiero que sientas.
-Y qué es todo eso?- pregunto mientras paso saliva.
-Tu lo sabes, lo has sentido...- susurra ahora en mi oído y su lengua se asoma con suavidad para lamer el lóbulo de mi oreja.
-Harry...- gimo y esa es la señal para él.
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ONLY YOU -Sin Editar-
FanfictionAnna Jonhson es una joven romántica y soñadora de dieciocho años, cuyo sueño siempre fue y ha sido entrar a la universidad. Ha llevado dieciocho años de una vida tranquila y responsable, de inocencia y fantasía literaria, pero qué pasa cuan...