Capítulo 16

59 3 1
                                    

Ayer fue el partido y el equipo de papá ganó. No fui a verlos jugar ya que, al día siguiente, es decir hoy, es el ansiado desfile y debía estar descansada.

Lo estoy.

Pero es inevitable no estar algo nerviosa. Siempre me pasa igual, aunque haya ensayado muchísimos mis movimientos y todo eso.

Ahora me encuentro vestida esperando mi turno para salir, soy de las últimas. Y tengo la suerte de que no debo cambiarme para volver a salir después. Solo una vez y listo.

Y después hay una fiesta para celebrarlo a la que ya puedo vestir algo más cómoda, aunque del mismo diseñador.

—Eve, es tu turno. —Me avisan.

Me coloco en posición, con la cara seria y comienzo a andar como he estado practicando.

Cuando voy acercándome al final de ella, dónde debo darme la vuelta, veo a mi padre e intento controlar la sonrisa que amenaza con salir. Ha hecho una videollamada con mi madre para verme. Ella me saluda como hace cuando está en persona, y mi padre hace lo mismo. Quiero negar con la cabeza, decir que no tienen remedio pero son esos pequeños detalles los que me calientan por dentro. Soy tan afortunada.

Vuelvo adentro, y espero a que las demás compañeras acaben de desfilar. Otras veces hay modelos masculinos, pero para esta ocasión, al ser una línea pensada para mujeres han optado por ello. Aunque hubiese sido interesante si hubiesen escogido a personas no normativas, pero bueno, no depende de mí.

—Buen trabajo. —Me dice una de las encargadas.

—Gracias.

—Eve, me muero con tu padre enseñándole a tu madre todo el desfile. —Me comenta Charlotte dándome un abrazo en lo que me felicita.

Me río.

—No sabía que harían eso y tuve que contenerme la risa.

—Yo lo intenté también pero cuando tu madre me saludó por la cámara... creo que no lo conseguí del todo.

Seguimos hablando un poco más hasta que el desfile termina y nos llaman a todas para que subamos al escenario y escuchemos las palabras del diseñador.

Cuando finalmente terminamos, salimos del escenario, nos cambiamos y nos vamos hacia la fiesta, pero antes de llegar ahí, me encuentro a mi padre junto a los demás.

— ¿Tenían que ponerte la cosa esa en la cabeza? No se te veía la cara. —Dice Dominick.

Me encojo de hombros.

—Yo creo que le quitaba encanto. —Responde Kim.

Me río.

Mi padre me pasa el móvil.

—Despídete de tu madre, anda.

— ¡Eve! Estabas tan guapa, ¿por qué te pusieron eso en la cabeza? Supe que eras tú porque tu padre me lo dijo, sino hubiera pensado que era cualquier otra.

—Se lo diré al diseñador. —Respondo entre risas.

Hablamos un poco más hasta que me fijo que los jugadores y papá me están esperando. Roderick no está, supongo que debería haberlo esperado.

—Adiós, mamá. Nos vemos en unos días.

—Adiós, pequeñita.

Antes de colgar, mi padre me arrebata el móvil.

— ¿Y de mí no te ibas a despedir?

—Adiós, Jake.

—Adiós, chica palomitas.

Entre los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora