Capítulo 51

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Roderick está mirando por la ventana. Hay muchísimos paparazis en la zona y los de seguridad están intentando echarlos, incluso mis guardaespaldas que se quedaron en el coche a espera que les confirmara que me quedaría aquí la noche. Ahora me alegro de que en parte se me haya olvidado llamarlos. Técnicamente la zona es segura y no puede entrar nadie sin permiso, pero ha sido tal avalancha que ni los de seguridad han podido con ellos.

Yo sigo en la cama mirando mi móvil sonar incapaz de responder, incapaz de hacer nada la verdad. No dejo de pensar en que todo se ha hecho público sin nuestro consentimiento, que nuestros padres no lo sabían, ni nuestros hermanos. Mierda, Max.

No dejo de pensar en que todo lo que pensaba que era privado, algo entre los dos, ha dejado de serlo para volverse de todo el mundo.

Soy incapaz de reaccionar, estoy quieta mirando mi móvil. Concretamente en el teléfono de mi padre que no deja de llamar. Sé que son los dos, pero aun así, soy incapaz de moverme.

—Eve, tus padres han llamado tres veces ya en lo que tienes el móvil en la mano. Debes contestarles. —Roderick me devuelve a la realidad.

— ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?

—Porque uno de los dos debe mantener la calma y viendo que tú no eres capaz ahora mismo, me tocará a mí.

Frunzo el ceño y termino contestando al teléfono.

— ¿Estás diciendo que no estoy calmada?

—No creo, te has quedado como paralizada.

—Quizás es por lo calmada que estoy.

Roderick arquea la ceja sin creerme y yo le fulmino por la mirada. Cuando no me espero algo, suele pasarme que me quedo paralizada durante unos segundos en blanco sin saber muy bien qué hacer. Según mamá, hemos salido a la familia de mi padre. Sí, los tres hermanos hemos heredado lo mismo.

—Bueno, al menos los choques que tienen son reales. —Escucho a mi madre decir a mi padre.

Me paso una mano por el pelo y miro el móvil. Ambos están sentados en el sofá, suficientemente lejos como para verlos enteros, pero no como para poder ver claramente sus facciones. No sé si están molestos, dolidos o nada. No sé nada.

— ¿Cómo se ha filtrado? —Me atrevo a preguntar antes de que ellos empiecen a preguntar cosas de las que no sé si tengo respuestas.

—Según hemos hablado con Kevin, estaban esperando tener suficientes fotos para hacer un 'bombazo'... Como no sabíamos nada sobre vuestra "situación" —mi madre hace las comillas con los dedos—, no nos esperábamos esto y para cuando salió a la luz no pudo pararse.

—Genial. —Mascullo.

—Si nos lo hubierais dicho, o quizás solo a tu madre, o incluso a Lorena, esto no hubiera pasado. O al menos no así. Eve, ya hemos hablado antes sobre los pasos a seguir. —Dice mi padre.

Y tiene razón, para controlar a la prensa siendo nosotros tan famosos, debemos al menos alertar a nuestro agente para que esté sobre aviso por lo que pueda pasar. Como esto... Papá ya me lo dijo en mi carta, debo hacer caso a mamá. Y ella fue la que me explicó todo esto. ¿Y le hice caso? Se puede ver completamente como no. Y no ha sido la primera vez.

—Lo sé...

—Pues no parece que hayas aprendido la lección después de todo. —Replica enfadado.

En parte lo entiendo.

Veo cómo mamá posa su mano sobre el brazo de papá para tranquilizarlo y parece que funciona porque noto cómo sus hombros se relajan.

Entre los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora