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Es la forma de jugar lo que hace la diferencia

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Es la forma de jugar lo que hace la diferencia


Harrison al instante me dedicó una mirada asesina cargada de amenazas. Estaba advirtiéndome. Él de verdad quería que no le dijera nada, pero no podía. Se lo había prometido. Y yo siempre cumplía mis promesas... Aunque no me gustara ni un poco el resultado que iba a traerme después.

—Tenemos una teoría de porque Nikolay puede estar cazándote —dijo Riden por mí.

Harrison empezó a moverse hacia mi hermano con ademán amenazador e iba a sacarle la mierda antes de que siquiera diera otro paso en su dirección, pero Arabella llegó primero, colocando su mano en su pecho.

—Harrison —lo llamó. El viejo bajó su mirada furiosa a mi novia e iba a reírme al ver tal situación porque era imposible que un hombre que tocaba casi el metro noventa y cinco de altura se dejara por una mujer que apenas tocaba el metro sesenta y tres—. Tócale un pelo y te vuelvo mierda —declaró ella con suavidad y rudeza mezcladas a la perfección. Su jefe la fulminó con su mirada, no obstante, su culo volvió a su silla, resoplando cuando se acercó a la mesa. Arabella se sentó a su lado, contemplándonos a mí y a mi hermano—. ¿Decían?

—Por poder —continuó Riden con un deje de satisfacción en su voz. Le eché un vistazo de reojo y pude ver como él buceaba en la felicidad de ver a Arabella defendiéndolo. Rodé los ojos. Y luego me pedía que me comportara—. Sí, poder —repitió él cuando mi novia lo miró confundida.

—No tengo ningún poder sobre la Bratva y verdaderamente quiero que siga así —contestó ella reacia al tema.

—Nóvikov te está persiguiendo porque no puede volver a ser reelecto para encabezar la Bratva —seguí yo.

El gesto en el rostro de mi novia era de pura confusión y no dudó en que lo contempláramos debido a que arrugó más su nariz al tiempo que fruncía sus labios, dejándolos en una lineal fina. 

—¿Reelecto? La Bratva hace años que...

—Los clanes que componen la Bratva han sacado nuevas reglas, Ekaterina —la cortó su jefe de mal humor—. Nóvikov ha sido líder y cabeza de la Bratva por más de tres décadas. Él ha coleccionado votos las cuatro veces, siendo unánime la noción para tenerlo como líder una y otra vez. Desgraciadamente para él, ya no puede una quinta vez.

—¿Y yo estoy incluida de repente en su estúpida carrera electoral por qué...?

—Porque eres su hija —recalcó Harrison lentamente como si estuviera hablando con una niña de cinco años.

—Estoy perdida —suspiró frustrada, cruzándose de brazos—. ¿Qué tiene que sea su hija? Él nunca me ha reconocido como tal y mucho menos delante de los clanes de la Bratva —cuando Arabella soltó eso Harrison soltó un bufido. Mi novia lo miró inmediatamente—. ¿O sí?

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