Saca el mayor partido de él, es todo lo que tienes
Rush
Pasar la mitad del día sentado en una oficina, moviendo los dedos por el teclado de la computadora con furia y jaqueca se había convertido en un jodido pasatiempo diario que detestaba. Ahora, sumándole que el bendito aparato móvil no había dejado de vibrar contra la mesa desde hace unos buenos quince minutos, y que había tenido una semana de mierda, estaba a nada de perder la poca cordura que me quedaba.
Inhalé una bocanada de aire, concentrando mi atención por completo al correo que le estaba redactando al segundo hombre al mando de Kaela, pero a la vida le gustaba llevarme a los extremos de la escasa cordura que poseía cuando el celular vibró por novena vez consecutiva.
—Joder, joder —mascullé de mal humor, buscando el aparato—. ¿Qué? —Ladré al contestar.
—¿Así es cómo le contestas a alguien que te extrañó de más, Rush? —Respondió una voz femenina con un tono acusador, añadiendo más estrés al maldito día.
Maldije entre dientes. Mi día estaba hasta el tope de mierdas que tenía pendientes por realizar, y una de las cosas que no estaba en mi lista era el estar perdiendo tiempo en una jodida conversación con nada más y nada menos que con esa mujer.
Ya bastante tenía encima como para añadirle un puto dolor de cabeza más, pero como a la vida no le bastaba con joderme, también se creía graciosa al estarme enviando a la emperatriz del drama.
Fantástico.
No tenía tiempo para eso. Tenía cosas más importantes que hacer, como por ejemplo, ordenar por correo a la mafia israelita diferentes cargamentos de armas de alto calibre porque los últimos cargamentos que me habían enviado, habían sido un completo desastre, sacando a Riden y a mí de quicio al probarlas.
No bastando con eso, tenía que mantener una reunión importante en menos de una hora y media con gente que estaba empezando a hartarme de ver, para hablar de cosas que no me apetecian porque la situación había escalado a mayores, necesitando mayor atención en ciertos puntos, desde que se puso un pie en Escocia.
Y de eso hacía cuatro meses.
Cuatro. Jodidos. Meses.
La cuestión era que desde que se supo que la mafia israelita ya había tomado un bando, las cosas empezaron a moverse demasiado rápido y nosotros junto con ellas.
Con un pie fuera de Sicilia y otro adentro de Miami, empezaron a surgir estrategias e ideas para jugar en las grandes ligas y junto con eso, las reuniones con los líderes aliados que ocupaban puestos importantes en la pirámide también.
Uno de los puntos a tratar en esas reuniones fue el consejo de buscar y cambiarnos de lugar. Lo tomé. Primero porque eso ya lo había previsto y segundo porque el primer atentado por parte de Alexey y del Boss no se hizo esperar.
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Let's Play
Teen FictionElla no es de embriagarse, pero ella bebe. Ella no es de apostar, pero ella juega. Ella no es de ir a fiestas, pero ella baila. Ella no es de enamorarse, pero ella enamora. Ella es muy buena con las armas, por ende ella asesina. Ella no cree en el d...